La pizarra también da alegrías


Foto: Óscar Vázquez
El equipo de Luis Enrique solventó ante la UD Almería muchas cuentas pendientes. La primera, sumar su primer triunfo como local. El Celta era el único conjunto de Primera que todavía no había ganado ante los ojos de su afición. Hoy lo hizo de forma cómoda, siendo superior a su adversario y dominando prácticamente todas las facetas del juego.

Los tres puntos llevan el sello de Orellana, un jugador que parecía uno de los candidatos a abandonar la nave celeste en el mercado de invierno. Pero, además de la reivindicación del chileno, el Celta ha logrado estrenarse a balón parado. Un saque de esquina en los primeros compases del segundo período permitía a los locales echar por tierra el tanto tempranero de Suso. Oubiña era el encargado de rematar en el segundo palo una prolongación de Jon Aurtenetxe.

Era la jugada maestra. Una acción de libro. Por centímetros, es lógico que el Celta no sea una potencia a balón parado. Sin embargo, ante la UD Almería se pudo ver como el equipo vigués supo explotar la pizarra de Luis Enrique. Centro hacia el pico del área pequeño, prolongación y llegada al remate desde el segundo palo. La jugada buena, la que subió al marcador, la firmó Borja Oubiña. El capitán ya fue clave la pasada campaña con su diana ante el FC Barcelona. Hoy volvió a mojar tras recuperarse de una lesión que le impidió disputar hace una semana el compromiso de Anoeta.

La buena nueva es que el Celta ya explota las jugadas a balón parado. La sequía en esta faceta es algo engañosa, pues Santi Mina ya marcó en una acción a balón parado en la derrota sufrida ante el Elche. Sin embargo, el juez de línea invalidó el gol del delantero vigués al señalar que estaba en fuera de juego.

Carlos I. Castrillón / Faro de Vigo

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