Decía Luis Enrique en la previa que valorarían quedarse a vivir en Andalucía si ganaban en Sevilla. Tal vez sea tengan que planteárselo. El Celta ha logrado sus tres victorias de esta temporada en tierras andaluzas. La de esta noche cimentada en la seriedad, ante un rival difícil, plagado de buenos futbolistas, que fue inferior en todos los aspectos del juego. Una victoria que enseña el camino y demuestra que este equipo también sabe ganar sufriendo.
Sorprendió la alineación que se filtró en la previa, en la que aparecía Jonny como lateral izquierdo, aunque finalmente fue Toni el titular. El que sí se quedó en el banquillo fue Rafinha, repitiendo Santi Mina en el once titular con un equipo idéntico al de Málaga con la salvedad de la entrada de Toni por el lesionado Aurtenetxe. Y la puesta en escena del equipo fue muy parecida a la de hace siete días. Los de Luis Enrique salieron decididos desde el principio a por el partido y fruto de ello tuvieron la primera ocasión prácticamente nada más arrancar el partido en las botas de Augusto que no pudo embocar a gol un balón que botó en exceso dentro del área.
Unos minutos después la tuvo Charles que recibió un pase en profundidad pero falló en la definición. El pase fue de Augusto, que se estaba convirtiendo en el mariscal de campo del Celta en la medular. El Sevilla aguardaba atrás y respondía a la contra. Gameiro se fue de Toni por velocidad, ganó la línea de fondo y su centro lo despejó Cabral en boca de gol. El propio Cabral dio el susto dos minutos después cuando se hizo daño en la rodilla al despejar un balón peligroso. Finalmente la dolencia no revestía gravedad y pudo continuar sobre el césped.
A los 20 minutos de juego, una preciosa combinación entre Santi Mina y Augusto acaba con el remate del canterano al palo tras esquivar una fea acción de Beto que salió con los pies por delante y pudo golpearlo. No señaló nada Martínez Munuera, ni tampoco se protestó demasiado la acción por parte de los jugadores vigueses.
Tras esta acción, el partido entró en una fase en la que los sevillistas llegaron más al área de Yoel y gozaron de alguna ocasión, siempre desbaratada por la zaga céltica o por su propio desacierto. Y en el minuto 29 llega la jugada polémica del partido cuando Beto agrede claramente a Augusto dentro del área. Pudo hacerle daño al argentino. La duda es saber si el balón estaba en juego para determinar si era penalty, aunque en cualquier caso debió ser expulsado el meta sevillista.
Ya en los últimos minutos de la primera mitad, nuevo etapa de acoso celeste, que tuvo su mejor ocasión en las botas de Santi Mina, el canterano recibe el balón de Nolito y su disparo golpea en la cabeza de un zaguero que evita el gol. Augusto también lo intentó con un defectuoso tiro lejano. Fue la última ocasión de la primera mitad tras la que se llegaba el descanso al que se iba el Celta con una sensación agridulce. Había sido mejor que el Sevilla, pero no lo reflejaba el marcador.
Tras el descanso, Luis Enrique apostó por los mismos hombres de inicio, y a los dos minutos de la reanudación se produjo la acción curiosa del partido. Beto, que debió ser expulsado en la primera mitad, se convirtió en asistente involuntario cuando cometió un gravísimo error cediendo el balón a Álex López que no desaprovechó el regalo y logró el tanto de la victoria. El karma puso en su sitio las cosas en menos de media hora.
Con el gol, el Celta continuó jugando de la misma manera. No cedió ni un metro, a pesar de que Emery fue introduciendo en el terreno de juego toda su artillería. El empuje era evidente, pero no se notaba sobre el césped. El Sevilla solo era capaz de crear peligro en acciones a balón parado, y fue un en córner donde tuvo la ocasión más clara. M'bia remató al palo el lanzamiento, y el rechace lo recogió Vitolo, pero su remate lo sacó milagrosamente Yoel con el pie.
Luis Enrique refrescó el equipo dando entrada a Rafinha en lugar de Santi Mina, y a Orellana en lugar de Álex López. Con piernas frescas en la medular, el Celta tenía alguna opción a la contra, aunque no estuvieron finos los célticos para remachar el partido. El Sevilla, como decíamos, no acababa de generar juego, pero tenía futbolistas de calidad en el terreno de juego, especialmente Gameiro, cuya rapidez fue una pesadilla para la zaga céltica, que podían resolver en cualquier momento. Este futbolista se lesionó a 20 minutos del final sin posibilidad de hacer cambios, lo que debilitó mucho al conjunto local.
El Celta terminó los últimos minutos jugando en campo visitante, aguantando la posesión y siendo valiente. Se sufrió porque la renta era corta, pero el conjunto de Luis Enrique dio esta noche una imagen de seriedad que invita al optimismo de cara al futuro. El próximo sábado visita Balaídos el Rayo Vallecano, un rival directísimo en la lucha por la permanencia y que cerrará esta serie de partidos antes de un nuevo parón por los partidos de selecciones nacionales. No se puede fallar.
Ficha técnica
SEVILLA FC: Beto, Diogo, Carriço, Pareja, Alberto, MBia (Trochowski, min.72), Rakitic, Machin, Jairo (Perotti, min.58), Bacca (Cristóforo, min.45) y Gameiro
RC CELTA: Yoel, Hugo Mallo, Cabral, Fontás, Jonny, Oubiňa, Álex López (Orellana, min.82), Augusto, Nolito (Vila, min.92), Santi Mina (Rafinha, min.64) y Charles
Goles: Álex López, 0-1 (min.47)
Árbitro: Martínez Munuera, del comité valenciano. Amonestó a Mbia, Diogo y Toni
Campo: Sánchez Pizjuán
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