![]() |
Foto: Miguel Riopa |
El Celta atraviesa el mejor momento de la temporada. Luis Enrique ha hecho un par de retoques en su libreto, lo que unido al buen momento de forma de alguno de sus pupilos, ha llevado al equipo a alcanzar las mejores cotas de juego de la temporada. Además, a este juego le están acompañando los resultados, que fue lo que faltó a principios de temporada en determinados partidos, ante Espanyol y Granada, por poner algún ejemplo.
Casi la mayoría de los jugadores atraviesan un buen momento, fruto de esta mejoría colectiva, pero hay un jugador que no acaba de encontrar su mejor estado de forma. Hablamos de Rafinha, que llegó a Vigo como fichaje estrella, como ese jugador llamado a marcar diferencias en este Celta. El hijo de Mazinho debería ofrecer ese salto de calidad necesario para distinguir entre un equipo que sufriría para salvarse y otro que lo haría con mayor tranquilidad.
Parece claro que habrá que sufrir, ya lo advirtieron los protagonistas, pero al margen de esa realidad, el rendimiento de Rafinha no está siendo el esperado, ni tampoco el que ofreció en sus primeros partidos. La electricidad y explosividad que mostró en sus primeros partidos en Balaídos se ha ido pagando y en los últimos encuentros solo ha mostrado su calidad a cuentagotas. En el partido del sábado se mostró en los instantes finales, después de algunas imprecisiones nada más saltar al césped. Fue suplente, algo poco habitual, ya que Luis Enrique casi siempre ha contado con él cuando ha estado disponible.
Es evidente que no está a su mejor nivel, pero va sobrado de calidad. Solo le falta encontrar su puntito de forma y será el futbolista que todos esperamos ver. Si el técnico asturiano logra encontrar la mejor versión de Rafinha, este Celta tendrá mucho ganado, será un equipo aún más sólido, ganará en muchas facetas y será mucho más fiable. La gran asignatura pendiente es la de sacar todo el jugo que lleva dentro el futbolista brasileño. Tarde o temprano explotará. Esta es su primera campaña en la máxima categoría y era previsible que tendría un proceso de adaptación en el que sufriría. Cuando se suelte, el Celta será más temible.
0 comments:
Publicar un comentario