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| Foto: LOF |
El Celta confirmó el sábado lo que ya era un clamor: que se está encontrando mucho más cómodo cuando juega como visitante que cuando lo hace como local. De hecho, de los doce puntos que lleva sumados, nueve los ha hecho cuando no tenía que defender su territorio. Hasta la fecha, el conjunto vigués ha jugado seis encuentros a domicilio y reparte a partes iguales los que ha ganado con los que ha perdido. Empezó con buen pie y de forma más que afortunada sacando los tres puntos de su visita al Betis (1-2), aunque en aquella ocasión el juego no acompañó en demasía al triunfo.
Después, pasó por la trilogía de derrotas fuera de casa, aunque en dos de ellas peleó por la consecución de algún punto. Así lo hizo, primero, en el estreno de la nueva Catedral ante el Athletic, cuando cayó por tan solo un gol. Y repitió cercanía con su rival en la visita al Atlético de Madrid, aunque en este partido contó con la enorme aportación de Yoel en portería en una primera parte en la que los colchoneros borraron del mapa al conjunto vigués.
Por el medio se vivió el por ahora mayor pecado del equipo de Luis Enrique Martínez en la presente temporada, que fue el partido realizado en Getafe. Ante los azulones, el técnico celeste apostó por las rotaciones y dio entrada a muchos no habituales, encajando la derrota más dolorosa por el bajo nivel mostrado (0-2). Ha tenido que llegar la semana con tres partidos para vivir dos nuevas victorias andaluzas y ambas con buen juego en Málaga y Sevilla. Y en esta ocasión, no hubo rotaciones.
Fuente: Atlántico Diario
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