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| Foto: José Lores |
En los últimos tiempos hay una máxima: los mejores partidos del Celta coinciden con las actuaciones estelares de Álex López, un hombre de picos, aunque el esté en desacuerdo con la apreciación. El ferrolano, después de un fugaz paso por el banquillo, vive su mejor momento. Que coincide con la recuperación de juego del equipo celeste.
Espanyol, Betis, Granada, Levante, Málaga y Barcelona. Con diferentes matices representan los partidos más dignos del Celta. En todos ellos Álex ha sido protagonista. Entre los tres primeros y los tres últimos, aparece un desierto que hizo saltar las alarmas. «En aquella época que no salían las cosas, se echaba en falta más fluidez y más llegada al área rival, algo que hacíamos al principio de Liga, y que ahora parece que volvemos a recuperar porque es algo que tiene que ser muy importante para nosotros», comenta el ferrolano.
En la recuperación del equipo también ha tenido mucho que ver el protagonismo creciente del centro del campo fruto del ajuste táctico: «Se está hablando mucho de la posición de Borja, que ahora está recibiendo algo más adelante, algo que agradecemos los interiores porque así hay menos distancias entre líneas y podemos recibir en posiciones más avanzadas».
Esa situación, posibilita que las visitas al balcón del área vayan en aumento: «Es cierto que estoy llegando más a posiciones cerca de la portería rival, no solo a la hora de tirar desde fuera, sino que también para los centros. Estoy llegando más y teniendo más opciones, sobre todo porque el míster nos lo pide y es algo que yo agradezco».
El es uno de los principales beneficiados de esa subida de metros en la colocación del once celeste. Llega más, tira más (20 remates a puerta) y marca más (3). Ya lleva más goles en 11 jornadas que en toda la Liga pasada después de su doblete en Málaga. «Sientan muy bien, no me acordaba a hacer dos goles, la última vez había sido en Segunda en el año del ascenso. Sobre todo cuando el equipo hace un partido así y gana, todo es más bonito», comenta el futbolista a cerca de su productividad. Aspira a marcar más.
El termómetro del Celta no está demasiado de acuerdo con las estadísticas para enjuiciar una actuación. En el balompié mandan, desde su punto de vista, otras cosas: «En el fútbol la gente se fija más si metes goles, si tiras a portería y luego el otro trabajo no se ve. Y yo estoy contento, sobre todo en esta temporada, de cómo lo estoy haciendo, aunque quiero seguir creciendo y hacerlo mejor», comenta mientras rechaza el etiqueta de irregular: «Puede ser pero lo no comparto, yo siempre que salgo al campo lo intento hacer lo mejor posible».
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