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| Foto: Salvador Sas |
Rafinha Alcántara creció rodeado de fútbol, y con la ciudad de Vigo como telón de fondo. Una ciudad en la que se encuentra feliz, rodeado de parte de su familia y en la que continúa progresando como futbolista.
-Habiendo pasado buena parte de su niñez en esta ciudad, ¿cuál es el primer recuerdo que guarda relacionado con el equipo?
-Crecí aquí y toda mi infancia está ligada a Vigo y también al Celta. Probablemente, el primer recuerdo que tengo sea ver jugar a mi padre en Balaídos siendo yo muy pequeño. Es una época que recuerdo con mucho cariño.
-¿Tenía algún referente futbolístico en aquellos años más allá de Mazinho?
-La verdad es que no, siempre me fijé y me fijo en mi padre, al igual que mi hermano. Al tenerlo tan cerca, era el mejor ejemplo que podíamos tener y punto de referencia para los dos.
-Sobre Thiago, ¿cómo lleva el estar separado de él por primera vez?
-En realidad, estamos en contacto permanentemente, nos llamamos mucho y nos seguimos de cerca. A pesar de eso, por supuesto que se le echa mucho de menos. Son ciclos de la vida. Ahora estoy más cerca de la parte de mi madre y, al mismo tiempo, más alejado de mi hermano. ¡No se puede tener todo!
-También se alejó temporalmente de Barcelona tras varios años allí (cambió Vigo por la capital catalana en el 2006). ¿Qué es lo que más echa en falta?
-Son siete años seguidos que fueron maravillosos, de aprendizaje y recuerdos inolvidables. También me hice un grupo de amigos fuerte que se extraña. Pero aquí estoy muy a gusto.
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