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| Foto: AFP |
Aunque es bueno probar, los inventos no siempre funcionan. Un buen ejemplo de ello es la probatura que hizo Luis Enrique ayer con Augusto a pierna cambiada por el perfil izquierdo del ataque celeste. El argentino, que ya no estuvo bien en los últimos partidos, no estuvo cómodo desde el pitido inicial del partido, y nunca llegó a encontrar su sitio en el campo. A priori no parece que las características de Augusto sean las de un futbolista con perfil para jugar a pierna cambiada, no es excesivamente rápido, y aunque suele tirar diagonales, suele buscar el centro antes que el tiro, y para eso le va mejor su perfil natural.
Augusto se siente cómodo entrando desde la banda derecha y centrando, o llegando desde atrás y rematando con su pierna buena. Es un extremo clásico que se puede adaptar a la idea de Luis Enrique partiendo desde su perfil bueno. Está claro que Luis Enrique habrá probado a Augusto durante la semana antes de lanzarlo a los leones del Calderón, pero parece claro que no es lo mismo A Madroa que un partido en serio. Bien es cierto que el Celta estuvo desbordado por el Atlético en líneas generales, y no estoy personalizando en Augusto la mala primera parte del equipo. De hecho, el no tiene ninguna culpa.
En un partido en el que las opciones del Celta podían ser las contras poner un extremo lento a pierna cambiada igual no era la mejor elección. Y así fue. La entrada de Nolito dio otro aire al equipo porque el andaluz tiene otras virtudes para esa demarcación que no tiene Augusto, igual que Augusto ofrece mejores prestaciones para jugar por la derecha que el propio Nolito. En los últimos minutos, con el Atlético cansado, cierto, el Celta mejoró porque los jugadores del Celta estaban en su sitio y el once tenía más sentido. Quizás eso es lo que hay que buscar. Ser más sencillos que nunca.
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