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| Foto: EFE |
Charles arrancó la temporada como un cohete. El brasileño marcó en los dos primeros partidos de Liga, goles que además sirvieron para que el equipo puntuase ante el Espanyol en la primera jornada, y se llevase una valiosa victoria del Benito Villamarín ante el Betis. También marcó en la cuarta jornada ante el Athletic Club, en el estreno de San Mamés. Un tanto que no dio ningún punto al Celta, pero que supuso el primero gol en partido oficial en el nuevo estadio bilbaíno. Un hecho significativo, que situará al futbolista brasileño en la historia del club vasco.
Pero desde aquel lejano encuentro, a mediados el mes de septiembre, se le apagó la luz goleadora a Charles. El rendimiento del Celta también bajó y trajo consigo la sequía goleadora de Charles. Hasta el momento no era preocupante, pero el ex jugador del Almería logró un tanto el pasado sábado que ponía fin a un racha de 495 minutos sin ver portería. Cifras que preocupan siempre a los delanteros, que se mueven por rachas y suelen obsesionarse bastante con estos datos.
Cuando el Celta cerró el partido ante el Málaga con el tercer tanto de Álex López, llegó el momento de que apareciese Charles. El "pero" del encuentro hasta ese momento era que de esos tres goles ninguno había sido del brasileño. El delantero celeste siguió intentándolo, y aunque el cuarto fue de Nolito, el quinto si fue el suyo. Ese sí, a pase de David Rodríguez, otro jugador que necesita con urgencia anotar, puso en bandeja a Charles un gol que servirá para afrontar los siguientes partidos sin el peso en las piernas de una sequía que ya superaría los 500 minutos. Charles, con 4 goles, es el máximo goleador del Celta y sigue contando con la confianza absoluta de Luis Enrique para el puesto de delantero centro.
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