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Foto: AFP |
Acaba de sufrir un par de inyecciones para tratar de apurar su recuperación para el lunes. A pesar de todo, sonríe, como siempre. Aunque el rictus se le endurece ligeramente cuando dice: 'Hay que sacar los tres puntos ya'.
- Por empezar por lo más urgente. ¿Cómo se encuentra?
- Tengo una sobrecarga en el adductor, en el psoas. Son cosas que suelen aparecer. Lo que pasa es que si lo hacen a principios o mediados de la semana, tienes más margen. Hay que ver cómo estoy mañana. Es lo que he hablado con el médico.
- Mientras espera, todavía tendrá el regusto dulce del debut con su selección en partido oficial.
- Fue lindo. Llevo un año formando parte de la selección. Me había tocado disfrutar de los amistosos y en eliminatorias todavía no. Se dio el otro día, en un partido difícil, que perdimos. Pero me dejó cosas positivas. Me sentí bien.
- Incluso colaboró en el primer gol.
- Hice un buen partido. Soy consciente de que hay que aprovechar las oportunidades y dejar todo, ya tengas unos minutos o 90.
- Siempre insiste en que el Mundial queda todavía muy lejos.
- Para todo el mundo está a la vuelta de la esquina pero para el futbolista es mucho tiempo. Si bien no deja de ser, y obviamente lo es, un anhelo, una ilusión y un sueño que tenemos todos, hay que ir con tranquilidad. Defender cada convocatoria, como digo siempre.
- Ya centrados en el Celta. Llega un partido fundamental. ¿Hay que dar un golpe sobre la mesa?
- Yo creo que sí. Sobre todas las cosas, hay que sacar los tres puntos porque todavía no lo hemos hecho en casa y sería muy importante de cara a todo lo que viene. Y más que nada por el impulso anímico que nos daría. Hay que entender que tenemos que ganar para que no nos pase lo del año pasado y estar sufriendo hasta el final.
- También para acabar con las dudas. Porque al no ganar se crean dudas sobre el juego, sobre los futbolistas...
- Siempre es así. Esto es muy resultadista. Todo el mundo ve el resultado y hay que aceptarlo. Somos conscientes de que cuando hay derrotas, se profundiza en un montón de cuestiones y se buscan cosas y cuando hay victorias todo queda tapado. Tenemos que tratar de levantar todos el nivel individual y colectivamente para tener más posibilidades de ganar los partidos.
- ¿Hace falta un cambio en el sistema o en el estilo?
- Sería soberbio por mi parte opinar sobre el cambio de una idea o de un sistema. De eso se encarga el míster. Uno tiene que ser profesional e intentar adaptarse a lo que el técnico quiere, al sistema que él plantea, e intentar dar lo mejor. Ése es mi caso. Busco adaptarme al sistema, a la idea de juego que el técnico quiere que impongamos dentro del campo e intentar hacer lo mejor en la posición que me toque jugar. Después, uno se puede sentir más cómodo en una posición que en otra, pero lo que predomina es la idea que tiene el míster. Hay que respetarla y dar todo de sí para hacerlo lo mejor posible.
- Hay quien piensa que corren el riesgo de morir ahogados agarrados a una idea.
- Tenemos que ser profesionales y creer en lo que nos dice el míster. Hacer lo imposible para que las cosas salgan bien con lo que nos dice el entrenador. Yo no puedo pretender que cambie un sistema sólo para sentirme más cómodo. Me sentiría soberbio. Aquí hay un míster que tiene una idea. Hay que creer en ella, respetarla, trabajar cada uno en la posición en la que él cree que tenemos que jugar e intentar rendir de la mejor manera.
- Llega el Levante con una idea definida, bastante contraria a la del Celta, que se encierra y sale mucho al contragolpe.
- Es un equipo que viene consolidándose desde hace años. Cambian nombres pero la idea la mantiene: se repliega bien y sale rápido. Hay que estar concentradísimo tengamos el balón o no. Pero lo primero que debemos tener claro es que es un partido que tenemos que ganar. Hay que cortar la mala racha por la que estamos pasando y ganar nos va a dar más tranquilidad de cara a lo que viene, para trabajar con más calma y más optimismo.
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