Previa Celta - Villarreal: Amenaza submarina


RICARDO GROBAS

Luis Enrique anda en la búsqueda del cóctel perfecto, ese capaz de aunar buen juego y victorias, de mezclar lo bello con lo pragmático. Se acercó a orillas del Atlántico, entre los muros de un viejo Balaídos que no supo rematar a un Espanyol inferior e indultó a un Granada totalmente maniatado. Mayor suerte tuvo en Heliópolis, donde el marcador sí sonrío pese a un fútbol más austero. Así, tras tropezar en la Nueva Catedral, el objetivo es cocinar el plato soñado ante un Villarreal en carrera. Los amarillos llegan lanzados, solamente frenados tímidamente por un Real Madrid que arañó un punto en el bombardeo del Madrigal. El resto de encuentros se cuentan por victorias para un recién ascendido configurado para metas mayores que la permanencia. Su fútbol vertical y eléctrico amenaza a un Celta que inspira respeto arriba y desconfianza atrás. Mantener la frescura en ataque y multiplicar la solidez defensiva es combinación obligada para derrocar al potente submarino.
   
El del Villarreal será el primero de los tres partidos que los célticos disputarán en espacio de una semana. Por ello, Luis Enrique anunció rotaciones que otorguen refresco a sus futbolistas más castigados. El capitán Borja Oubiña podría ser uno de los sacrificados y ceder su sitio en el pivote a Andreu Fontás. El catalán, excesivamente fallón en Bilbao, dejaría su puesto en el centro de la zaga a un Aurtenetxe más capacitado para lidiar con la velocidad de la delantera amarilla. Parece la única modificación posible en un once definido en su práctica totalidad.
   
Yoel, indiscutible de momento, actuará bajo palos escoltado por una defensa de cuatro hombres formada por Hugo Mallo, David Costas, Aurtenetxe y Toni. Fontás será el vértice inferior de un triángulo invertido en el que Álex López y Rafinha ocuparán los interiores. Arriba, Augusto Fernández y Nolito se repartirán los costados a ambos lados del goleador celeste, Charles Días.
   
En el camarote del submarino tampoco hay demasiadas dudas. Pese a ser un recién ascendido, los amarillos aventajan a varios equipos en lo que a identidad se refiere. Los de Marcelino García Toral juegan de memoria. Saben cómo, cuándo, dónde y con qué. Viven de un fútbol a todo gas, sostenido en el fútbol de los Bruno, Trigueros y Cani y en la velocidad de Giovanni, Pereira o Aquino. Tienen clara su idea y la aplican con éxito, como se pudo comprobar en las jornadas precedentes.
   
En Balaídos no variarán un ápice su propuesta. Salvo sorpresa mayúscula, Asenjo estará en portería con una defensa de cuatro compuesta por Mario, Musacchio, Dorado y Costa. Bruno Soriano y Trigueros llevarán la manija del centro del campo con la velocidad de Aquino en derecha y la magia de Cani en izquierda. Arriba, Giovanni Dos Santos y el vigués Jonathan Pereira formarán pareja de diabluras sobre el césped del vetusto estadio olívico.

El andaluz Pérez Montero impondrá la objetividad en un choque que a buen seguro llamará al ojo del espectador neutral. Celestes y amarillos destacan por su idea atrevida y generosa con el balón, por lo que el espectáculo está garantizado. El Celta busca unir a su buen hacer balompédico la complicidad del electrónico y así iniciar con éxito una semana que dibujará su futuro a medio plazo. Para ello, deberá superar la amenaza submarina, encaminada desde el arranque a convertirse en el batiscafo revelación del océano.
























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