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Foto: Marta Grande |
Borja Oubiña apuntaba ayer que A Madroa no es una escuela especializada en mediocentros: "Es de todo", proclama el "gran capitán" del Celta. No le falta razón, pues el primer equipo se ha nutrido en los últimos años de todo tipo de futbolistas. Los últimos en abrirse paso entre los profesionales han sido el defensa central David Costas, que en abril cumplió 18 años, y Santi Mina que, con 17 años hasta diciembre, se convirtió el lunes en el más joven goleador del Celta en Primera División, tras marcar en el nuevo San Mamés.
"Evidentemente, lo más difícil en el fútbol es sacar delanteros centros, pero lo importante es que la gente trabaje bien, que vayan saliendo jugadores con la condición y la ilusión de que en cualquier momento vas a tener tu oportunidad en el primer equipo si trabajas bien", añade Oubiña.
Mina sigue los pasos de Iago Aspas y de Joselu, dos delanteros con los que el Celta hizo caja para seguir financiando una cantera en la que en estos momentos también sobresale David Costas, que se ha hecho con un puesto de titular en la zaga céltica, desbancando a jugadores como Cabral o Vila. Pero el curso pasado también debutaron el portero Rubén Blanco y Jonny Castro, mientras que en el once de Luis Enrique aparecen canteranos como Yoel, Hugo Mallo, Toni Rodríguez, Borja Oubiña y Álex López. La fábrica de A Madroa sigue dando buen producto.
Jaime Conde / Faro de Vigo
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