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Foto: Ricardo Grobas |
Tres jornadas hemos vivido de la Liga 2013/2014 y el juego del Celta invita a un optimismo desbordante, pues ha sido superior a los notables cinco puntos conseguidos. Este Celta deja atrás fantasmas del pasado, en los que parecía haberse enfrentado a un dementor sin saber ejecutar un patronus, y es mucho más agresivo, con y sin balón. Siempre busca atacar partiendo con los centrales abiertos, en posición de laterales, el pivote defensivo incrustado entre ellos y los laterales adelantados, como si fuesen volantes. Alterna como primera opción la salida en corto, con el balón directo a Charles o a Augusto, en caso de que el rival desbarate, por medio de la presión, la intención inicial.
Cuando son los centrales o el pivote defensivo quienes inician el juego, Toni suele recibir la pelota pasada la línea de centro. En esa banda, en la que el coruñés, Nolito y Rafinha son los vértices de un triángulo, se desarrollan la mayor parte de las posesiones del Celta. El 20 suele hacer amplio el campo, mientras que Nolito se mueve a posiciones más interiores y Rafinha se sitúa algo más retrasado, donde sirve de apoyo al lateral o recibe los rechaces de los constantes centros lanzados al área rival. Este juego eminentemente asimétrico a la izquierda lleva a Augusto Fernández, uno de los futbolistas que mejor rendimiento ofreció la pasada campaña, a asumir un rol secundario. Sin embargo, a diferencia del año anterior, “El negro” llega a zona de remate y carga área cuando se reciben los centros desde la banda izquierda. Esto puede posibilitarle aumentar su aportación goleadora, tarea para la que se mostró muy capacitado en la pasada liga.
En este juego lateral, de pases cortos y asimétrico a la izquierda está destacando el interior derecho. Es, como poco, extraño, pero es así. Cambios de banda, conducciones, quiebros secos seguidos de tiros desde fuera del área y mucha llegada e intensidad defensiva (en la presión) son algunos de los grandes rasgos que nos está dejando Álex López en estos partidos. Se está destapando como la gran sorpresa de la temporada, continuando con la progresión que se le auguraba en la liga adelante. El esquema de Luis Enrique está sacando a relucir sus mayores virtudes como box-to-box de nivel que es.
El Celta es ahora mucho más agresivo. En ataque es más incisivo, genera más ocasiones de gol, más futbolistas llegan a zona de remate y remata constantemente a portería. En resumen, presenta un volumen ofensivo excelente. En defensa el cambio también es sustancial. Se ha pasado de tener un equipo que apenas presionaba al rival hasta que llegaba al área propia a ver en ocasiones cómo presiona en área contraria. A pesar de poder ver este tipo de presión en el conjunto vigués, lo habitual es que el Celta establezca su línea de presión en el centro del campo. Así, es constante la imagen de los interiores presionando a los mediocentros rivales unos metros dentro de su campo.
Este aumento de agresividad es evidente por la forma en la que los centrales buscan la anticipación. Además, los laterales persiguen a su par cuando bajan a recibir hasta ¾ de campo propio. También es frecuente que los interiores persigan a los mediocentros rivales incluso hasta el área propia. Estas persecuciones fueron muy habituales frente al Betis, pues Verdú y Nosa iban desde la base de la jugada hasta el área del Celta, cosa que no pasó con los demás mediocentros rivales.
En definitiva, parece que nos vamos a divertir mucho este año y si se consigue mejorar en las áreas, es posible que nos sorprendamos de la posición que ocupe el Celta en la tabla clasificatoria.
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