¿Te acuerdas de... Tito Vilanova?


En los últimos días, Tito Vilanova ha sido uno de los grandes protagonistas del fútbol español por un suceso desgraciado. El catalán ha tenido mucha vinculación con el Celta, ya que defendió la camiseta celeste entre 1992 y 1995. Hoy queremos recordarlo con su biografía, haciendo especial hincapié en su etapa céltica. 

Tito Vilanova, medio centro de clase, con gran capacidad técnica, pero no muy dado a la lucha y la pelea, se formó en las categorías inferiores del FC Barcelona, donde coincidió con Pep Guardiola, aunque no alcanzó el primer equipo y se marchó a Figueres. En el equipo blanquiazul vivió una experiencia inolvidable al jugar la promoción de ascenso a primera en la temporada 1991-92 ante el Cádiz, compartiendo equipo con jugadores como Toni Jiménez, Gratacós, Alejo, Albert Valentín, o ‘Tintín’ Márquez.

Sus grandes actuaciones con el Figueres, donde además de por su calidad técnica destacaba por sus buenos lanzamientos de falta, no pasaron desapercibidas en el Celta, campeón de segunda división en esa temporada. Así, Vilanova sería uno de los muchos fichajes que llegaron en el verano de 1992 al recién ascendido Celta. Ya iniciada la temporada también llegaría al Celta su compañero en el Figueres, Alejo Indias.

Tito Vilanova permanecería durante tres temporadas en el Celta, siempre en primera división, siendo un jugador discutido, de esos que enfrentan al público, un jugador de esos que se quieren o se odian. No tuvo sin embargo demasiadas oportunidades por parte de Chechu Rojo y Carlos Aimar, los entrenadores con los que coincidió en Vigo.

Su mejor temporada fue la primera, jugando 19 partidos, aunque solo 6 como titular. Recordará siempre su debut, en Riazor frente al Deportivo, con derrota celeste por 2-0, fallando el Celta un penalti a cuatro minutos del final, lanzado por el propio Vilanova.

El único gol que marcó en liga con el Celta, lo hizo en su última temporada en Vigo, un 30 de abril de 1995, en el Carlos Tartiere de Oviedo en un Real Oviedo – Celta (2-2). También se recordará siempre la excepcional actuación en la copa del rey la temporada 1993-94, que terminó con la derrota del Celta en los penaltis en la final frente al Zaragoza. Vilanova tendría ocasión de participar en una de las primeras eliminatorias contra el Talavera.

Tras la falta de oportunidades en el Celta, tendría que buscarse la vida en la segunda división, pasando por el Badajoz, Mallorca, Lleida y Elche, antes de acabar su carrera en la Gramanet.

Tras colgar las botas, tuvo su primera experiencia como entrenador con el Palafrugell (no pudo evitar el descenso a Primera Catalana) y luego pasó a los despachos del Figueres y Terrassa. Después llegaría al Barcelona B de la mano de Pep Guardiola, al que conoció en su etapa de jugador del Barcelona. Allí se convirtió en el estratega del entrenador del Barcelona, que seguiría contando con el tras subir al primer equipo culé y al que sustituiría posteriormente tras su marcha del club. 

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