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| Foto: Lusa |
Nolito comienza a justificar la inversión que el Celta realizó para traerlo a Vigo. El futbolista andaluz dio un nuevo aire al Celta en la segunda mitad tras su ingreso al terreno de juego. Pegado a la banda izquierda, el delantero céltico trazó peligrosas diagonales que lograron desestabilizar a la zaga rival. Ni tan siquiera le impresionó un estadio que lo silbó desde el primer minuto por su pasada benfiquista. Nolito no rehuyó nunca la responsabilidad, botaba los saques de esquina con parsimonia, casi disfrutando, sintiéndose el protagonista.
Esos silbidos, lejos de amedrentarle, parecieron motivarle. Cada vez que recibía el balón se olía en el ambiente que algo podía pasar. Si analizamos lo que hizo durante el partido, podríamos discutir su importancia en el mismo, pero más allá de hechos, las sensaciones eran muy claras. Los defensas portistas le vigilaban, no le dejaban moverse y eso facilitaba la movilidad a sus compañeros. Nolito demostró ser un futbolista con recursos, capaz de generar peligro partiendo desde zonas lejanas a la portería. Veremos a ver lo que da de sí durante el curso, y como se adapta al sistema de juego que pretende implantar Luis Enrique en el Celta, pero da toda la sensación de que se va a convertir en un futbolista muy importante desde la primera jornada.
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