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Foto: Lusa |
En la comparecencia de Luis Enrique ante la prensa el pasado miércoles aseguró que no estaba muy preocupado por el número de centrales disponibles para el primer equipo ya que contaba con David Goldar y David Costas. El primero de ellos estuvo con el equipo en el Stage de Melgaço y tuvo la oportunidad de disputar ayer unos minutos en un escenario tan impresionante como el Estadio de O Dragao. Viendo las evoluciones de Goldar por el estadio luso, nadie sería capaz de asegurar que hace tan solo unas semanas correteaba por las Ciudades Deportivas de los diversos clubes, en categoría juvenil.
Goldar se convirtió en la gran sensación del partido de ayer por la entereza que mostró en todo momento, por su capacidad de adaptación las circunstancias del equipo y del partido, y porque parece más viejo que alguno de los más veteranos. David Goldar, que apenas cuenta con 19 años, es un mediocentro que ha sido reconvertido recientemente a defensa central, y que ayer acabó el partido actuando como lateral derecho, sin que en ningún caso pagase la novatada, más allá del "rapado" al que le sometieron los veteranos del Celta.
Su actuación recuerda a la de Jony el pasado curso, pasando de Tercera a Primera sin inmutarse en apariencia. O a Rubén Blanco, haciendo esperar al árbitro mientras se preparaba tranquilamente para saltar al terreno de juego en lugar del lesionado Javi Varas. Está claro que estos jóvenes son de otra pasta, y Goldar encarna las virtudes de una generación de oro que promete dar muchos réditos deportivos a este Celta. De todos ellos, siendo ilusionantes, el que más impresionó en la noche de ayer fue Goldar. Un central que tiene muchas papeletas para contar con minutos esta temporada si Luis Enrique se atreve a hacerlo.
No parece que el asturiano sea un técnico al que le tiemble el pulso con facilidad. Es joven, si extrapolamos la figura de jugador a la de entrenador, y sabe lo importante que es pisar fuerte cuando estás empezando. Llevar a los chicos jóvenes siempre es delicado, hay que encontrar el equilibrio perfecto para evitar un estancamiento sin precipitarse en los saltos. La lógica conservadora enviaría a Goldar al filial para curtirse. Es esa gran mentira que usan los cobardes para evitar tomar decisiones. Los grandes futbolistas valen para Segunda B y para Primera. Ejemplos a cientos. Es recomendable ser prudentes, por supuesto, pero Goldar ilusionó ayer a muchos celtistas, y eso no es casualidad. Se ha presentado a las oposiciones a central, veremos lo que decide el tribunal.
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