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JORGE LANDÍN |
El gol que Natxo Insa le marcó al Espanyol el sábado pasado vale unos 25 millones de euros. Ésa es, a grosso modo, la diferencia entre los ingresos del Celta en Segunda y los que recibe en Primera. Un abismo tan grande como el que separa a sus rivales en la división de plata de los de la máxima categoría.
No es lo mismo enfrentarse al Guadalajara que al Real Madrid; Charles, máximo realizador de Segunda, dista un mundo de Messi; y el Elche, campeón de Segunda, poco o nada tiene que ver con el Barcelona, campeón también pero de Primera, claro está.
El reto del Celta es alcanzar la estabilidad deportiva en la máxima categoría, estabilidad que ya ha alcanzado en materia económica gracias al trabajo realizado en los últimos años por la directiva que encabeza Carlos Mouriño. El club acabará la presente temporada, según las cuentas presentadas ante los accionistas el pasado mes de diciembre, con una deuda de unos 14 millones de euros, cifra irrisoria teniendo en cuenta que hace sólo cinco años era de 85 millones. Ahora que la continuidad en Primera la próxima temporada está garantizada, el Celta está en disposición de convertirse en uno de los clubes más saneados del panorama balompédico español.
La enorme diferencia de ingresos entre Segunda y Primera viene motivada, básicamente, por la venta de derechos televisivos. En la temporda 2011/2012, según las cuentas oficiales del club, el Celta ingresó 2,1 millones de euros por dicho concepto. Un año más tarde, en el presente ejercicio, pasó a percibir 23,1 millones de euros gracias al acuerdo firmado con Sogecable. Hace varios meses que se rumorea sobre la posibilidad de que la mencionada empresa audiovisual renegocie sus contratos con los equipos de Primera para solventar sus problemas económicos, pero en cualquier caso la cuantía que ingresará la entidad olívica seguirá siendo sensiblemente superior a la destinada para los clubes de la división de plata.
Por otro lado, en Primera, el Celta ha duplicado los ingresos procedentes de socios. En el curso 2011/2012, el club recibió 1,7 millones de euros procedentes de sus abonados, mientras que para la presente temporada presupuestó 3,5 millones.
El aumento es similar en el apartado de comercialización y publicidad. Si el club vigués facturó por este concepto 2,4 millones de euros el curso pasado, esta campaña el presupuesto contemplaba ingresos de 4,5 millones de euros.
Sumando estos tres apartados –televisión, socios y publicidad–, la diferencia de ingresos entre Segunda y Primera División es de más de 25 millones de euros, el doble de lo que el Celta destina para pagar los salarios de sus jugadores.
Posible traspaso de Aspas
El considerable aumento de los ingresos permitió al Celta presupuestar un beneficio de 6 millones de euros para el presente ejercicio, todo ello sin contar con la venta de Iago Aspas, algo que hoy en día se da casi por hecho. Así, si finalmente el moañés sale de Vigo a cambio de unos diez millones de euros –ésta es su cláusula de rescisión–, el club vigués se convertirá en la envidia de la mayoría de sus rivales. Y todo gracias al milagro de las últimas jornadas.
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