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| Foto: Reuteurs |
| Nombre | Minutos | Part. | Tit | Sust | Gan | Emp | Per | Goles | Asis | Ama | Rojas |
| Bustos | 215 | 7 | 2 | 2 | 3 | 1 | 3 | 0 | 0 | 1 | 0 |
Como todos los años llega el momento de evaluar y puntuar a los jugadores del Celta tras la conclusión del campeonato. Este año, los que formamos MoiCeleste analizaremos, uno a uno, a todos los futbolistas para que vosotros le pongáis la nota a su temporada. Gracias a todos por participar.
La media temporada de Cristian Bustos, ídolo de la afición por su entrega e incansable pulmón, no ha sido la mejor posible en el viejo estadio de Balaídos. Muchos especulaban desde el principio de la temporada (prácticamente desde el ascenso del curso pasado) al respecto de si Bustos sería capaz de adaptarse a la Primera División o si por el contrario ésta le quedaría grande tras tantos años en la categoría de plata. Lo cierto es que Bustos no convenció a nadie y mucho menos a Paco Herrera, entrenador con el que mantuvo ciertos roces que lo llevaron a abandonar cedido la disciplina céltica en busca de más minutos en el Sporting de Gijón. Allí sí cuajó siendo un indiscutible para el míster Sandoval y el bueno de Cristian ya se ha apresurado a buscarse un sitio en el Celta tras la salida de Herrera. El futuro dirá si su hasta luego termina fructificando o si por el contrario hablaremos de un hasta siempre.
Pero polémicas a parte sobre su calidad para permanecer en la máxima categoría del fútbol español, la pasada media campaña de Bustos en el Celta ha dejado un sabor de boca inolvidable merced a su golazo en Copa del Rey frente al Real Madrid. Todos sabíamos que si Bustos marcaba algún día un gol con la camiseta celeste, éste tendría que ser especial. Y vaya si lo fue. El gol de la temporada. Un zapatazo desde su casa que batió a Adán haciendo una parábola que firmaría el mismo Cristiano Ronaldo, cuya mirada atónita mostraba cierta desesperación y un pequeño punto de envidia. Balaídos vibró y soñó con vencer a un todopoderoso Madrid para plantarse en los cuartos contra el Valencia. Al fin y al cabo, si Bustos metía un gol por la escuadra, ¿por qué no?
Por desgracia no fue así y dicho gol fue la última gran imagen de Bustos con la camiseta celeste. Antes había perdido la confianza de Herrera tras un desastroso partido precisamente contra el Madrid en Liga, corriendo sin control y demostrando que era imposible asumir el mediocampo celeste sin un mínimo de arrojo creativo. Bustos es lo que es. Su temporada no ha sido satisfactoria pero su entrega está fuera de toda duda. Quién sabe si hubiera podido darnos algún punto si se hubiese quedado ya que la incompetencia de la secretaría técnica dejó al descubierto las carencias celestes en el medio del campo. Su retorno pone las cartas encima de la mesa. Para el recuerdo quedará su golazo, uno de los más espectaculares que se hayan visto en Balaídos y, después del definitivo de Natxo Insa y de las bermejinhas frente a Granada y Zaragoza, el más celebrado de la campaña. Ya es más de lo que pueden decir muchos.
La media temporada de Cristian Bustos, ídolo de la afición por su entrega e incansable pulmón, no ha sido la mejor posible en el viejo estadio de Balaídos. Muchos especulaban desde el principio de la temporada (prácticamente desde el ascenso del curso pasado) al respecto de si Bustos sería capaz de adaptarse a la Primera División o si por el contrario ésta le quedaría grande tras tantos años en la categoría de plata. Lo cierto es que Bustos no convenció a nadie y mucho menos a Paco Herrera, entrenador con el que mantuvo ciertos roces que lo llevaron a abandonar cedido la disciplina céltica en busca de más minutos en el Sporting de Gijón. Allí sí cuajó siendo un indiscutible para el míster Sandoval y el bueno de Cristian ya se ha apresurado a buscarse un sitio en el Celta tras la salida de Herrera. El futuro dirá si su hasta luego termina fructificando o si por el contrario hablaremos de un hasta siempre.
Pero polémicas a parte sobre su calidad para permanecer en la máxima categoría del fútbol español, la pasada media campaña de Bustos en el Celta ha dejado un sabor de boca inolvidable merced a su golazo en Copa del Rey frente al Real Madrid. Todos sabíamos que si Bustos marcaba algún día un gol con la camiseta celeste, éste tendría que ser especial. Y vaya si lo fue. El gol de la temporada. Un zapatazo desde su casa que batió a Adán haciendo una parábola que firmaría el mismo Cristiano Ronaldo, cuya mirada atónita mostraba cierta desesperación y un pequeño punto de envidia. Balaídos vibró y soñó con vencer a un todopoderoso Madrid para plantarse en los cuartos contra el Valencia. Al fin y al cabo, si Bustos metía un gol por la escuadra, ¿por qué no?
Por desgracia no fue así y dicho gol fue la última gran imagen de Bustos con la camiseta celeste. Antes había perdido la confianza de Herrera tras un desastroso partido precisamente contra el Madrid en Liga, corriendo sin control y demostrando que era imposible asumir el mediocampo celeste sin un mínimo de arrojo creativo. Bustos es lo que es. Su temporada no ha sido satisfactoria pero su entrega está fuera de toda duda. Quién sabe si hubiera podido darnos algún punto si se hubiese quedado ya que la incompetencia de la secretaría técnica dejó al descubierto las carencias celestes en el medio del campo. Su retorno pone las cartas encima de la mesa. Para el recuerdo quedará su golazo, uno de los más espectaculares que se hayan visto en Balaídos y, después del definitivo de Natxo Insa y de las bermejinhas frente a Granada y Zaragoza, el más celebrado de la campaña. Ya es más de lo que pueden decir muchos.
¿Qué nota le pondrías a Bustos?
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