![]() |
RICARDO GROBAS |
Ahora que te vas, Iago, me gustaría recordar la primera vez que te vi jugar al fútbol. Correteando por Barreiro, haciendo la vida imposible a los defensas rivales, protestón como siempre. Eso nunca ha cambiado, y ahora que te vas comprendo que era necesario, porque formaba parte de tu forma de entender el fútbol. Tal vez no era lo más correcto, pero ahora que te vas creo que ese carácter fue el que hizo que saltases a Balaídos, aquel día ante el Alavés, como si fueses a jugar un partido con tus amigos.
Porque ahora que te vas, ¡buff! vaya tarde aquella de junio de 2009. Ahora nos reímos, pero cuando saltaste al campo nuestras caras eran de preocupación, de tensión, de miedo. Aquello no era un partido cualquiera porque las consecuencias no serían un descenso cualquiera. Pero ahora que te vas me gustaría agradecerte que mintieses al club con tu edad para entrar en las categorías inferiores del Celta, porque gracias a eso estuviste aquel día en Balaídos ante el Alavés. Y ahora que te vas puedo decir que lloré como un niño y grite como un loco cuando marcaste el segundo gol porque sabía lo que significaba.
Y ahora que te vas recuerdo todo lo que hiciste por el Celta durante estos cuatro años. Ahora que te vas recuerdo todos tus goles, tus asistencias, tus enfados en el campo, tus suplencias, casi siempre inmerecidas, y tu enorme clase. Ahora que te vas recuerdo tu gol de tacón al Villarreal B, el golazo por la escuadra al Granada, tu penalty en Los Cármenes. Y oye, ahora que te vas te agradezco que mandases callar a su afición.
Ahora que te vas quiero agradecerte todos y cada uno de los 23 goles que marcaste la pasada temporada, pilares de nuestro ascenso. Y ahora que te vas quiero agradecerte lo que has hecho esta temporada, quiero agradecerte que esperases al final de temporada, que ayudases al equipo. Pero también aprovecho, ahora que te vas, para decirte que lo que hiciste en Riazor no estuvo bien. Es un lunar en una carrera marcada por el éxito en Balaídos, pero eso ya da igual, porque ahora que te vas dejas al equipo en Primera y sabes que tú eres parte fundamental de eso.
También quiero aprovechar, ahora que te vas, para agradecerte todo el esfuerzo, la dedicación y la entrega que mostraste en el campo. Quiero agradecerte que jugases con el balón en aquellos dos minutos interminables en los que esperábamos por el portero del Xerez antes de aquel penalty que marcaba la remontada que ponía el ascenso en bandeja. Me tranquilizaste. Y ahora que te vas, no puedo olvidarme de como te marchaste de Balaídos después de lograr el objetivo. Llorando, como llorabas en el vestuario mientras tus compañeros celebraban la salvación, porque sabías lo que significaba ese día para tí. Y es que ahora que te vas quiero agradecerte que seas celtista, como yo, y que lo sigas siendo estés donde estás.
Y aunque tal vez peque de materialista quiero agradecerte, ahora que te vas, todo el dinero que has dejado al Celta ya que sobre él se cimentará el futuro de nuestro equipo. Aprovecho también, ahora que te vas, para desearte toda la suerte del mundo en el Liverpool, y quiero decirte que, ahora que te vas, sé que el partido ante el Espanyol no fue tú último partido con la camiseta del Celta, porque ahora que te vas tengo más claro que nunca que volverás.
0 comments:
Publicar un comentario