Celtista hasta la médula y empleada de la tienda viguesa A Cova da Meiga, a Ágata Pérez Pazó esta semana le estaba resultando eterna. Y decidió hacer algo: trasladar su inquietud a este negocio de rituales y amuletos -con el permiso, eso sí, de la dueña del establecimiento- y teñirlo de celeste. «La culpa es mía. Soy socia desde hace 18 años y se me estaba cayendo la tienda encima pensando en el partido del sábado. Así que se me ocurrió esto», cuenta.
Desde las 14.00 horas de ayer, el particular duende que recibe a los clientes luce la elástica celeste. Pero hay más. «Tenemos unas pulseras que sirven para ahuyentar las envidias, los celos y los males de ojo que, en este caso, nos pueden ayudar con los vecinos del norte y con los árbitros, que parece que no nos quieren en Primera», dice Pérez.
La trabajadora de A Cova da Meiga también buscó un ritual específico que contribuya a la permanencia. «Es una petición a la diosa celta Navia, que coincide que se hace con el azul de la suerte que es celeste, y tiene también una oración para leer que se adapta muy bien a la situación del equipo», comenta.
Todos estos elementos enseguida llamaron la atención de los visitantes del centro comercial conde se ubica la tienda y algunos compartieron en las redes sociales imágenes que se convirtieron en virales.
Pero, ¿qué garantías ofrecen estos ritos? Ágata lo tiene claro: «Se trata únicamente de que la gente se anime, sea positiva y vea que juntos podemos. Es una cuestión de darles fuerza y esperanza». Para ella, las relaciones con lo esotérico sirven «para buscar en ti mismo y potenciar tus necesidades hacia la vida». Y está convencida de que creer -y ayudarse para ello de ciertos ritos- es el primer paso para que la permanencia se convierta en una realidad.
Miriam Vázquez Fraga / La Voz de Galicia
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