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La cúpula directiva del Real Club Celta entiende que el equipo ha resultado gravemente perjudicado por determinadas decisiones arbitrales en las últimas jornadas. Pese a ello, no está previsto que eleven ningún tipo de queja a la Federación Española de Fútbol o al propio estamento arbitral. De hecho, durante toda la jornada de ayer la entidad olívica permaneció en silencio.
Mientras la afición del cuadro vigués clamaba contra Teixeira Vitienes por haber anulado un gol válido a Túñez -que hubiera podido significar regresar de Sevilla con un punto que aumentaría las opciones de salvación para los celestes-, algunos profesionales de la primera plantilla no dudaron en pedirle al club que endureciese su postura la misma tarde del domingo.
"Espero que el Celta oficialmente se pronuncie", declaró el técnico Abel Resino hace un par de días. Y casi de forma simultánea algunos de sus jugadores también mostraron su opinión al respecto. "Aquí nadie dice ni hace nada", dijo Roberto Lago. Augusto Fernández se expresó en la misma línea: "Nunca supimos si hablar o no de los árbitros". Lo cierto es que protestar ahora con el equipo casi descendido no parece tener demasiado sentido.
Cuerpo técnico y futbolistas consideran que las quejas se tendrían que haber realizado al menos hace un par de meses. Más moderado que alguno de sus compañeros, el céltico Borja Oubiña tiró ayer de dos datos estadísticos que resultan francamente curiosos: "No es normal que después de 36 partidos de Liga, únicamente nos hayan señalado dos penaltis a favor y que en todo lo que llevamos de campeonato, nunca hayamos tenido superioridad numérica en el campo". El céltico entiende que jugar en la recta final con un hombre más frente a Atlético (Miranda, expulsado en el minuto 85), Getafe (Alexis, 89') y Osasuna (Arribas, 82') no modifica el sentido de su denuncia.
En una de sus últimas comparecencias, el presidente celeste Carlos Mouriño había defendido la honestidad en el fútbol español: "Porque es lo que creo". De ahí que siempre haya evitado formular ese tipo de quejas que varios asalariados suyos ahora le reclaman.
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