Una victoria contra el miedo


ISAAC FERRERA
El Celta vive por sus méritos y contra sus pecados. Ganó gracias a su audacia en la primera mitad y a pesar de su miedo en la segunda. La escuadra inició su reacción desde la certeza de que estaba condenada. Ahora tiene que saber gestionar la esperanza. Los desposeídos son valientes. Nada tienen que perder. La posesión provoca codicia y temor. Es la psicología más que el fútbol lo que explica el encuentro de ayer.

Una estructura coherente

La terquedad de Abel tiró un mes a la basura. Queda dicho. Ahora hay que elogiarle la rectificación. El técnico al fin escucha lo que sus jugadores le decían en la caseta y en la cancha. Ha construido una escuadra más coherente en composición y ubicación. La peor noticia del encuentro es la quinta tarjeta de Insa, la pieza clave sobre la que ha girado la dinámica del juego.

cambio inadecuado

Y es la sustitución de Insa lo más criticable de ayer. El alicantino había asumido su cartulina amarilla. Seguramente Abel detectó en la locura de Muñiz el mayor peligro. Pero al restar a Insa de la combinación acentuó la tendencia del Celta a repudiar el balón. El equipo pudo ahorrarse sufrimiento en los instantes finales. Ningún jugador fue capaz de aplicar la pausa que convenía. Es el evidente síntoma de un Celta en reacción, pero aún acosado por sus fantasmas.

estados de forma

El análisis individual también explica por qué el Celta todavía respira. Aspas no encontró el ritmo adecuado, seguramente obsesionado por aquietar sus pulsiones. Él tiene que jugar en la frontera entre desquiciar y desquiciarse. Es su ecosistema. Para compensarlo, al fin coinciden en buen momento Krohn-Dehli y Augusto Fernández, que se habían ido relevando en sus picos de forma. Álex López se ha soltado y Vila ha aportado toneladas de firmeza a la retaguardia

La imagen de un equipo

Claro que en el Celta ha habido broncas. No sería normal que el vestuario pareciese un balneario con el equipo en descenso. Pero la sustancia humana es buena, floja en carácter pero solidaria. Una imagen lo expresa: Iago es atendido en la banda del brutal golpe de Navarro; Bermejo se le acerca a aconsejarle. Del latigazo verbal de Riazor, del twitter del tío Cristóbal, de las pequeñas inquinas nada queda o se guardan en el arcón porque es el equipo lo que importa.

La bipolaridad de muñiz

Desquiciante actuación de Muñiz, especialmente por su mutación. Había estado impecable durante la primera mitad. Después empezó a cometer tropelías, especialmente contra el Celta, con el penalti como culminación. A un árbitro hay que afearle más la acción que se inventa que la que no distingue. Algo hay que achacarle a los celestes: un futbolista tiene que evitar en la medida de lo posible que su destino quede en manos de una decisión ajena. Al renunciar al balón, el Celta se puso al alcance de Muñoz. Ahora hay que esperar que los comités arreglen parte del estropicio en lo que se refiere a las amonestaciones de Aspas y Jony.

defectos a limitar

El Celta, en realidad, ha retrocedido a lo que fue durante buena parte de la temporada. Todo le cuesta. Entrega demasiado al fútbol para lo poco que recibe en contraprestación. Al Levante, en cambio, le llegó con buscar centros tendidos y balones largos para generar peligro. Aunque son defectos de naturaleza, Abel puede limitar algunos, como la falta de coordinación en la protección de las faltas.

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