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EUGENIO ÁLVAREZ |
Mañana tendrá lugar en Balaídos un partido decisivo de cara a la lucha por la permanencia. Los protagonistas de este encuentro, tanto desde Vigo como Zaragoza, lo han calificado como una auténtica final. Un partido decisivo, de esos que se recuerdan pasados los años y que explican éxitos o fracasos. Triunfos o derrotas. Sin embargo, la expectación que se ha generado en Vigo no está siendo la ideal, o el club no ha sabido contagiar a la afición de la importancia del choque.
Tampoco ayuda el horario. Las diez de la noche de un día laborable, y mucho más un lunes, no es la más propicia para que se desate el interés de los más dudosos. Esa es la sensación que se palpa en la ciudad. Salvo los más fieles, no parece que este partido llame demasiado la atención, aunque el ritmo en la venta de entradas no es malo. Actualmente quedan en taquilla unas 1.500 entradas a la venta, lo que indicaría una muy buena cifra de espectadores.
El problema es la extraña política de venta de entradas llevada a cabo por el club esta temporada. La cifra oficial habla de 22.500 abonados, algo extraño si tenemos en cuenta que solo se ha superado ese número de espectadores en tres encuentros: El derby, y los partidos ante Madrid y Barcelona. También en Copa, y ante el Madrid, hubo más espectadores que abonados. El último partido en casa ante el Rayo Vallecano, en el que prácticamente se agotaron las entradas a la venta, arrojó una cifra de 19.437 espectadores.
No es difícil echar cuentas. Si Balaídos tiene un aforo de 29.000 espectadores y solo había 1.000 a la venta, la cifra de entradas vendidas es de 28.000. ¿Se quedaron en casa casi 9.000 abonados?. Parece raro. El club cuenta como abonados, las 1.600 localidades de fondo, pertenecientes a una empresa de telecomunicaciones, y también todas aquellas invitaciones y pases que concede a los clubes de Vigo. Esas invitaciones no se suelen usar, y en muchos casos acaban en manos de "reventas" que las venden por debajo de su valor real. Lo malo de esta situación es que los abonados de las gradas de Marcador, Preferencia Lateral y Gol no pueden llevar un acompañante a su misma grada aunque quisieran puesto que no hay entradas a la venta. Todo por unas invitaciones que, en muchos casos, ni se usan.
Por tanto, parece que para el lunes, teniendo en cuenta que el ritmo en la venta de entradas es ligeramente inferior, los factores antes mencionados, y que acudirán menos abonados que ante el Rayo Vallecano, se superará escasamente la media entrada, salvo que se recupere la ilusión entre hoy y mañana. El horario y la situación deportiva pueden ser excusas perfectas para ver el partido desde casa, ya que además se emite en abierto. Sería muy triste que el estadio presentase media entrada en el partido más importante, por el momento, de la temporada.
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