El peor inicio de la historia


JESÚS DE ARCOS
El Celta no ha encontrado en Abel Resino el revulsivo que buscaba cuando decidió destituir a Paco Herrera y otorgar su puesto al técnico toledano.

La apuesta pareció funcionar en el primer partido en el que los vigueses se impusieron 2-1, con una buena dosis de fortuna, al Granada, pero a partir de ahí el ex guardameta del Atlético de Madrid sólo ha sido capaz de sumar un punto más, merced al empate contra el Barcelona (2-2) en Balaídos. En total, Abel suma cuatro puntos en siete jornadas tras haber ganado un partido, empatado otro y perdido cinco. Es el peor debut de un técnico con el Celta en Primera División, sólo igualado por el argentino Alejandro Scopelli en la temporada 1956/57.

Los números hablan por sí solos, si bien es cierto que el Celta está hoy tan lejos de la permanencia a cuatro puntos como lo estaba tras la vigésimo cuarta jornada, cuando Abel sustituyó a Herrera. El balance, en cualquier caso, es paupérrimo. Tanto que incluso lo mejoran técnicos de tan infausto recuerdo como Radomir Antic y Hristo Stoichkov protagonistas de los dos últimos descensos del Celta y que sumaron seis puntos merced a dos victorias en sus siete primeros encuentros al frente de la escuadra olívica.

Los números de Abel únicamente encuentran parangón en Scopelli, al que le costó nueve jornadas ganar su primer partido al frente del Celta. El argentino llegó a Vigo en 1956 después de haber entrenado cuatro temporadas en Primera División, una al Deportivo (1949/50) y tres al Espanyol (1952-55). Sus siete primeros partidos se saldaron con cuatro empates y tres derrotas; en el octavo llegaría un nuevo traspié y después tres victorias consecutivas, sobre Jaén (4-0), Deportivo (0-3) y Athletic (3-0).

Scopelli acabó la temporada con el Celta y mantuvo al equipo en Primera División, pero no continuó en Vigo. Fichó por el Granada, donde estuvo dos años antes de regresar una campaña al Espanyol y dirigir al Valencia entre 1961 y 1963, conquistando dos Copas de Ferias para el conjunto 'che'.

Los inicios en el Celta del madrileño Mariano Moreno (1974/75) y el cántabro Laureano Ruiz (1978/79) fueron también bastante discretos. Ambos sumaron cinco puntos (por el sistema de puntuación actual) en sus siete primeros encuentros al frente del cuadro vigués y en ambos casos el Celta acabó bajando a Segunda División.

En el lado opuesto se encuentra Baltasar Albéniz, técnico vasco que dirigió al Celta entre 1941 y 1944 y protagonizó un gran arranque de campeonato en su primera campaña al frente del conjunto vigués. Cinco victorias y dos empates en siete partidos (12 puntos entonces, el equivalente a 17 en la actualidad) situaron a su equipo colíder junto al Atlético Aviación. El Celta acabó quinto la Liga.

También cabe destacar el buen estreno de Roberto Rodríguez-Ozores, que cogió al Celta penúltimo en la décimo quinta jornada de la temporada 1951/52 y sumó cinco victorias y dos derrotas en sus siete primeros partidos. Destacables fueron también los primeros pasos de Irureta en 1997 (14 puntos), Víctor Fernández en 1998 (13) y Lotina en 2002 (14).

Borja Barreira / Atlántico Diario

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