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| JORGE LANDÍN |
Manuel Llorente y Carlos Mouriño (con eñe) representaron a la perfección el papel que les corresponde en este mundo del fútbol, a veces tan falsete. Cuando hay dinero de por medio, ya se sabe que cada uno juega la estrategia que más le conviene. Por eso, la noticia esta vez es que no hay noticia, por así decirlo. ¿Cómo es posible que durante las casi dos horas que duró el almuerzo oficial entre ambas directivas y con cigalas de por medio no saliera ni de rebote el nombre de Iago Aspas?
Dos de los asistentes a ese cónclave insisten en que no se habló de eso. Bueno pues ya hablarán. Lo que sí dijo Manuel Llorente antes de abandonar el hotel de concentración rumbo al restaurante es que no era el momento adecuado. Pero tarde o temprano van a tener que hacerlo porque el Valencia no quiere soltar esos 10 millones que cuesta liberar al jugador por la vía de su cláusula de rescisión.
El presidente, por cierto, se fundió en un abrazo en el hotel con un ex que vive en Vigo. Jorge Otero, a sus 44 años y manteniendo un físico más que aceptable, fue durante tres temporadas jugador blanquinegro -jugó la final del 'agua' del Bernabéu- y no dudó en elogiar a la estrella del Celta. Su opinión fue tajante. «Claro que es interesante, tiene una condiciones excepcionales y los resultados están ahí. Desde luego, no tendría ninguna duda si tuviera que ficharlo para el Valencia».
Otero, que realiza labores de segundo entrenador en un equipo de tercera local, analiza con algo más de detalle dónde se le puede sacar más rendimiento a Iago Aspas y hasta piensa en una fórmula blanquinegra. «Aquí está claro que juega arriba pero en un equipo como el Valencia lo veo como un segundo punta, por detrás de Soldado. Se le sacaría mucho más partido si se pudiera mover entre líneas porque es rapidísimo y posee un buen uno contra uno». La incógnita es lógica: ¿vale diez millones de euros? «Eso no lo sé, vale lo que se pague por él. No creo que sea un precio desorbitado pero también sé que el Celta está haciendo estrategia. El chaval tiene que dar el salto porque ha alcanzado su madurez. Antes su carácter le jugaba malas pasadas pero ahora lo quieren varios equipos».
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