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JOSÉ LORES |
Paco Herrera admite que le ha dejajado "muy dolido" la derrota del Celta en Pamplona, donde la ausencia de Krohn-Dehli y de Augusto llevó al técnico a presentar una alineación que desnaturalizó a un equipo que se caracteriza por el buen trato del balón. El Celta está en la zona de descenso, pero su técnico confía en salvar la categoría, pero con sufrimiento: "Estaremos entre el cuarto y el quinto por abajo" aunque admite que lejos de Balaídos el grupo que dirige se comporta de un modo "cobarde".
- ¿Está muy dolido por la derrota en El Sadar?
- Sí, sí, por cómo fue, porque somos un equipo con un estilo muy definido y últimamente fuera de casa, ayer especialmente (por el sábado) y ante el Espanyol, por citar dos partidos, fuimos un equipo desconocido. Acepto que perdamos, pero lo que no acepto es que dejemos de ser nosotros: que no tengamos la pelota, que cuando la tengamos nos equivoquemos tanto; y eso es la consecuencia de que no hay concentración en el juego; eso es imperdonable a estas alturas de la temporada.
- Pero la desnaturalización del equipo parte de la alineación, con un defensa central jugando de mediocentro.
- Sí, seguramente. Sorprende porque hay un par de jugadores importantes que no pueden actuar (Krohn-Dehli y Augusto) y lo primero que tratas de buscar es que si no tenemos juego por bandas, entonces vamos a darle una consistencia al equipo por dentro para ver si cambia un poco lo que nos está pasando fuera de casa. Pero es igual. Da igual el estilo o la manera de jugar que utilicemos, creo que tenemos un problema de raíz fuera de casa que no nos deja ser nosotros mismos. Y no tiene nada que ver con las alineaciones ni con los sistemas.
- Pero defendía hace poco que fuera de casa había que trasladar la fórmula que funcionaba en los partidos de casa. En Pamplona cambió el plan habitual al entrar Cabral como mediocentro.
- Es que no había otra cosa. No desnaturalizo el equipo, es que a Michael (Krohn-Dehli) no lo podía poner y a Augusto, tampoco; y Alex está un poquito más bajo. A partir de ahí, ¿qué hago?, ¿qué solución tienes?
- Insa al lado de Oubiña, por ejemplo.
- Sí, pero no para jugar hacia arriba. Hacia arriba pusimos todo lo que teníamos y tratamos de buscar otra fórmula. De todas formas, acepto cualquier crítica que pueda venir en ese sentido y prefiero que sea un problema mío. Si queremos llevarlo ahí, prefiero que sea un problema mío, no de los jugadores. Pero, ¿qué pasa con los otros diez partidos restantes fuera de casa? No se desnaturalizó nada y sin embargo el equipo dio una medida parecida. Sí es cierto que en algunos jugamos bien, pero es algo que estamos perdiendo. Pero también insisto en que las culpas es mucho mejor centrarlas en uno que en todos y yo debo ser el responsable de la situación; con lo cual, será más fácil que los jugadores estén tranquilos y pensando solo en el partido y no valorando otras cosas.
- ¿Qué le pasa a Álex para haber perdido la titularidad? Cuando él entró en el partido, el Celta mejoró.
- No. El equipo mejoró porque iba perdiendo. Siempre que fuera de casa vamos perdiendo, mejoramos. Siempre que vamos perdiendo, no antes. Es una estadística muy clara.
- ¿Y qué explicación le da?
- Pues que somos un equipo miedoso, un equipo cobarde fuera de casa. Cuando vamos perdiendo tenemos esa capacidad de mejorar. En la jugada siguiente a la que el Celta pierde uno cero, entonces los jugadores toman decisiones, porque no he hecho ningún cambio, ningún movimiento. Somos un equipo así, que tiene esa dificultad y con ella tenemos que vivir. No cambió porque entró Álex sino porque íbamos perdiendo. Álex no ha dejado de ser titular para mí, lo ha sido siempre conmigo. Entiendo que era un momento para que reflexionara, para que viera algunas cosas que estaban pasando y lo habíamos hablado antes él y yo; y el Álex que yo necesito estará el sábado aquí.
- Llamó la atención la titularidad de De Lucas, tras dos meses en la Liga como suplente. Su reaparición coincidió, además, con sus quejas días atrás de que jugaba pocos minutos.
- Que nadie busque cosas raras. Si hubiera estado Michael o Augusto no hubiera jugado. Buscaba defender mejor, con la portería a cero, meter a Gustavo (Cabral), hacer un centro del campo mucho más fuerte, mucho más duro, soltar a la gente hacia arriba y poner casi casi a los máximos atacantes que tuviéramos. Quería guardarme uno por si tenía después la necesidad de hacer algún cambio. Esa era la idea. Si no lo sacaba a él, ¿qué hacíamos? Lo ponía a él o a Toni, y decidí que jugara él. Pero si no, habría salido en la segunda parte, seguramente. No hay más cosas. Nunca valoro las reflexiones de un jugador cuando las hace con naturalidad. Y para mí esas declaraciones las hizo desde la naturalidad. Decía que yo había perdido la confianza en él, pero no es así, creo que hay otro que lo está haciendo mejor, nada más. Pero cuando el otro no está, él tiene la oportunidad de demostrarme que está apto para ser titular. Tocada esta semana porque teníamos carencias en ataque.
- En la sala de prensa de El Sadar afirmó que el Celta había realizado el partido "más horroroso" de la temporada, dejando malas sensaciones.
- Es lo que yo echo en falta. Puedes perder pero no como perdimos ante Osasuna. Espero que sea un grano que nos ha salido, o una fiebre, nada más, que sea algo puntual. No es que lo espere, es que estoy seguro que será así. Pero no me puedo sentir satisfecho de la imagen que dimos y vuelvo a insistir en que si sobre este partido se quiere buscar un culpable, pues lo tienen delante.
- ¿Es ésta su situación más delicada como técnico del Celta?
- No es la más delicada, sino la más clara. Delicadas están siendo todas las semanas porque no acabamos de echar para adelante, de romper en la clasificación. Éste, para mí, es el más claro porque nos hemos metido en descenso, hemos tocado suelo, y si no echamos para adelante ahora, ¿cuándo lo vamos a hacer? Es el momento más limpio, más diáfano, el que menos problemas me acarrea en cuanto a que ya no estás dudando. Es que nunca hemos estado en descenso (salvo en la segunda jornada). Durante media Liga no hemos estado en descenso. Hasta yo he utilizado eso para tranquilizar a los jugadores, pero nunca he sido feliz con la situación que ocupábamos porque el equipo, a pesar de que estoy seguro que debe estar más arriba, nos hemos manejado más hacia abajo. Por lo tanto, ahora la situación queda definida claramente porque estamos en descenso y si no empujamos ahora ¿cuándo lo vamos a hacer?
- Lo complicado es que ahora quedan menos partidos de Liga y el Celta mostró una mala imagen en Pamplona.
- Pero la mala imagen es del último encuentro porque en Málaga hicimos un gran partido y contra el Valladolid, también. El partido de la Real Sociedad jugamos con diez, o con nueve porque fue un atrevimiento por mi parte que jugara Iago. Pero sabía que si no lo ponía, y esa es otra gravedad que hay aquí: que se piense que si no juega un jugador es que vamos a perder. Pues no. Si no lo hace uno lo hace otro. Hace más daño tomar la decisión de que no juegue que la de que juegue lesionado. Hace más daño y es muy grave para el equipo y para un entrenador que tenga que ser así.
- ¿De dónde viene esa presión?
- Viene de que lo sustituyo en los últimos diez minutos, matan al equipo y nos matáis a todos. Lo saco del campo a falta de diez minutos porque está fatal, porque está perdido, no está en el campo? Si permitimos eso... Todo es más profundo y uno tiene que valorar todas esas cosas. Como ayer, tampoco estaba al cien por cien (Aspas). Pero si no lo saco a jugar, ¿qué hubiera pasado? Si no lo saco, hoy sería mucho más grave la reacción y se haría mucho más daño. Esa es una reflexión muy profunda que deben entender todos, que el que sabe lo que pasa en el vestuario, con los jugadores soy yo y cuando tomo una decisión no es un capricho.
- ¿Sigue siendo optimista con el equipo?
- Sí, porque creo que somos mejor que cuatro equipos, siendo modesto.
- Pero la clasificación se complica: hay equipos, como el Espanyol, que se alejan.
- Ya dije que el Espanyol se iba a ir hacia arriba. Vamos a quedar cuatro equipos abajo, no sé si cinco. Y entre ellos, nosotros tendremos que ser el quinto o el cuarto. Eso es lo que espero.
- ¿Se siente respaldado por el club?
- Me siento igual que el primer día que vine. Nos hemos metido ahí por méritos propios pero estamos haciéndolo todo el año igual. El club jamás me ha hecho sentirme incómodo, jamás, y es una prueba de confianza tremenda que me hace estar muy agradecido. Si ocurriera de otra manera, lo entendería.
- Ricardo Barros, el vicepresidente, acaba de señalar que tiene "crédito ilimitado".
- En tono de broma diré que cuando te dicen eso ¡estás jodido! Pero si fuera así, lo entendería porque vuelvo a insistir que no hay nadie que tenga más confianza que yo en esta plantilla y, sin embargo, no le estoy sacando el rendimiento a todos ellos, con lo cual estoy decepcionado conmigo mismo. Pero me siento más vivo que nunca.
- ¿Dónde estaría el límite si las cosas no mejoran?
- No lo vamos a tener. Me da la sensación de que el equipo va a seguir igual que en la primera vuelta, haciendo la goma, haciendo unas cosas bien y otras mal. Me da esa sensación, pero voy a pelear para que no sea así.
- Después del batacazo de El Sadar, mantiene que cuenta con una plantilla "completísima"?
- Sigo creyéndolo, aunque tenemos una dificultad: si se cae Jonny, que además es un chico de 18 años, habrá que inventarse algo, pero en todo lo demás tenemos soluciones.
- Pero ha llegado Pranjic, carrilero zurdo, cuando por ahí tienen a Lago y Bellvís.
- No, él es un jugador que ha pasado por varias demarcaciones. Fue segundo máximo goleador de la Liga holandesa, jugando de extremo izquierdo.
- Posición por la que se mueve Krohn-Dehli, mientras que en otras hay escasez de efectivos.
- Es lo que se ha traído. Yo tengo que aceptar esa situación en cuanto a que es un jugador que ha venido al Celta y tengo que sacarle el mayor rendimiento, sí puedo. No quiero entrar en situaciones y polémicas que podría crear, no voy a hacerlo. Este es mi equipo y para mí es fantástico. Para mí es el mejor, a pesar de lo mal que lo hicimos en Pamplona. Y tengo la absoluta confianza que lo vamos a sacar adelante.
- Llegó Orellana, al que usted quería ya desde el verano, pero dijo que no supo de su fichaje hasta después del cierre del mercado.
- A las doce y media de la noche me enteré. Que viniera Orellana era una alegría. Me tenían al corriente de otro fichaje, Caicedo. Me llevé una agradable sorpresa cuando cambió todo y venía Orellana.
- ¿Al equipo no le vendría mejor un goleador?
- Orellana nos va a ayudar a hacer goles. ¿Dónde hay un goleador en el mercado de diciembre? Pero volvemos a lo mismo: yo no debo entrar en una parcela que no es la mía. Yo me responsabilizo de lo que pasó ayer y todo lo demás son preguntas que no debo responder yo.
Jaime Conde / Faro de Vigo
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