No nos merecemos esto


CRISTINA ABADÍA
El Celta perdió por la mínima (1-0) en su visita a Osasuna tras un error defensivo de colegio y, también perdió su credibilidad como equipo fiable, principalmente a domicilio, que pueda aspirar a la permanencia en Primera División. Nadie niega la dificultad de puntuar en El Sadar, donde los grandes sufren de lo lindo, pero el equipo de Paco Herrera no sólo desperdició una oportunidad fantástica para alejarse del descenso en el aspecto resultadista, reivindicando su categoría. Lo peor de todo es que volvió a evidenciar una desconfianza alucinante en sus posibilidades, limitadas por el enésimo planteamiento surrealista de un técnico obcecado en darse de cabezazos con la misma piedra y la más que mejorable entrega de unos futbolistas tan responsables como Herrera de todo esto.

Herrera volvió a lucirse con su plan, poniendo a jugadores fuera de sus posiciones, y eso limitó las fortalezas de un grupo que no le mete un gol al arco iris, pero cuya única manera de intentarlo es llegando al toque mediante una posesión tan estéril como despreciada a nivel táctico en múltiples ocasiones este año. Además, Armenteros constató las facilidades defensivas que otorgan los célticos a balón parado. Un córner favorable supone una inoperancia absoluta (¿cuándo ha generado una ocasión?), pero si lo saca algún rival más de un celtista se echa a temblar. Los celestes sólo mejoraron, para variar, cuando entraron las prisas y los cambios. No hubo fe ni intensidad sobre el césped, algo verdaderamente preocupante cuando la falta de entrega absoluta te condena a la inferioridad en partidos así.

De continuar por este camino, el panorama se puede complicar mucho más. Además, la cuesta del calendario se acerca sigilosamente. ¡Ya está bien, señores! Paco Herrera debe actuar con sentido común, como un ganador y los futbolistas rendir al nivel que se espera de ellos, inferior al lógico ahora mismo como consecuencia del mensaje táctico-psicológico conservador de su entrenador o porque hace falta tocarles el bolsillo. Entonces, habría multas para diestro y siniestro. “Vamos para atrás y espero un equipo valiente, que levante la cabeza, vaya a por todas y no lo hemos hecho. Hay que ser más ofensivo, jugar con más criterio y no quitarse la pelota de encima. Hay que ir antes a por el partido, morir con las botas puestas”, comentó Herrera después del partido. ¿Es lo que le comentó a los suyos en el vestuario? ¿No le entienden? ¿No le hacen puñetero caso? ¿Resultará imposible ofrecer ese discurso con su actual propuesta de juego? ¿Nos está tomando el pelo? Les quedan 16 encuentros para cumplir nuestra ilusión. Pónganse a trabajar. No nos merecemos esto.

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