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| ANDREU DALMAU |
Olvidada ya la competición de Copa, el Celta se centra de nuevo en la Liga. El torneo del k.o ha dejado alguna alegría para el recuerdo del celtismo, y también varios problemas en forma de lesiones causados por la mala fortuna, que no por la copa, pero que han hecho que Samuel y Hugo Mallo se pierdan el partido, y que Túñez sea baja para las próximas semanas. Funestas consecuencias la de la segunda competición por clubes de España.
Pero eso ya es historia. El Celta no tendrá más distracciones de aquí a final de temporada y podrá preparar los partidos durante una semana, como le gusta a Herrera. El inmediato rival es el Espanyol, a quien visitará eta tarde el Celta. No es un partido cualquiera, ya que los pericos ocupan actualmente puestos de descenso a Segunda División, pero con tan solo tres puntos menos que el Celta, por lo que una derrota de los de Herrera hoy dejaría al Espanyol por encima en la tabla clasificatoria.
Así pues, el partido de hoy será vital, como lo serán los 20 que restan de aquí al final del campeonato. El Celta tiene ante sí un precioso reto, el de lograr la salvación y, si es posible, con tres o cuatro partidos de antelación, como deseaba Herrera a principios de tempada. Un reto, el de la permanencia, que tiene ser común a todo el celtismo. Continuar en la máxima categoría es siempre el objetivo de este Celta, que vive este año su cuadragésimo séptima temporada en Primera División.
Desde hoy hasta el mes de mayo, ya solo se hablará de Liga en Vigo. Y lo de hoy, además, es toda una final. Un partido apasionante que solo es el primero de los que nos aguardan este año y que, a buen seguro, nos harán disfrutar y sentirnos más orgullosos sin cabe de nuestro Celtiña.
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