Tomar las riendas


RCD ESPANYOL
La situación del Celta en la tabla clasificatoria se complica por momentos y su bagaje como equipo visitante empieza a ser preocupante. A estas alturas, una vez alcanzado el ecuador del campeonato, urge hacer algo para variar drásticamente un rumbo que puede conducir al Celta a un trágico desenlace. Si en las primeras jornadas lamentábamos las derrotas, pero nos felicitábamos por la imagen dada por el equipo, los últimos encuentros como visitante no nos han dejado ni tan siquiera este consuelo. 

La imagen del equipo es apática, no es capaz de generar ocasiones y concediendo goles con excesiva facilidad. El de ayer es un buen ejemplo, pero se podría unir a otros encuentros en los que los rivales, sin hacer mucho, se encontraron con un tanto a favor. A partir de ahí, el Celta ya no es capaz de reaccionar, porque no genera demasiado peligro sobre  la portería rival. La victoria en Zaragoza, en uno de los peores equipos del Celta como visitante, evitó una primera vuelta en blanco como visitante. Si a ello unimos que los resultados en casa han ido empeorando con el paso de las semanas, la situación está clara. 

Urge tomar las riendas y hacer algo. Dejar al equipo igual, no hacer nada, sería entregarlo a una muerte segura. Las decisiones más difíciles son aquellas que se han de tomar sobre la marcha. Son esos momentos, los que no se planifican, los más difíciles para cualquier dirigente. En este invierno, el Celta se ha reforzado con Demidov, que viene a sustituir al lesionado de larga duración Samuel, y ha perdido a Joan Tomás y Bustos, que salieron del equipo, mientras que Hugo Mallo se pierde el resto de la temporada y Túñez será baja durante unas semanas. Numéricamente, el equipo está cojo y urgen los refuerzos que varíen el rumbo del equipo, a falta de otro cambio drástico, ya que Mouriño aguantará, según sus propias palabras, a  Herrera aunque se descienda. También dijo lo mismo en su momento de Fernando Vázquez. 

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