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| ALBERTO LIJÓ |
Aprovechando el parón navideño, toca hacer balance de la actuación individual de los jugadores del Celta, a los que analizaremos durante estos días contando con vuestra colaboración, ya que os pedimos que le pongáis una nota entre el 0 y el 10 para definir lo que llevamos de temporadas en el ámbito individual.
El siguiente en la lista es Mario Bermejo. Hombre de confianza de Herrera, que sabe que puede contar con él para distintas demarcaciones y diversos cometidos, aunque siempre le gusta ubicarlo en la mediapunta, justo detrás de Aspas, fajándose con los defensas y abriendo huecos para el moañés o la entrada de los hombres de segunda línea. Su trabajo suele ser gris, pero muy apreciado por el técnico, que ha venido apostando con cierta regularidad por él, especialmente en los partidos de casa. Además, Bermejo ha respondido en las grandes ocasiones, anotando goles ante Barcelona, Real Madrid y en el derbi, lo que lo convierte en uno de esos goleadores de los grandes partidos, tan apreciados por la afición.
Cierto es que la edad empieza a pesar en las botas del cántabro, pero su rendimiento se puede considerar más que notable. Por lo que aporta, especialmente si tenemos en cuenta que se está viendo obligado a jugar en una posición que no es la suya, ya que siempre ha sido un hombre de área, un finalizador que se convertía en un asesino letal dentro del área. Ahora ve la portería mucho más lejos, pero no pierde el olfato de gol. No lo perderá jamás.
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