La oportunidad de oro


ANTONIO SALAS
El Celta logró en La Rosaleda un punto con el que muchos no contaban antes de iniciarse el partido. Un punto que sabe a gloria, especialmente cuando al descanso el Celta perdía y todo parecía indicar que sería la misma historia de siempre, con el Celta dando buena imagen, creando cierto peligro pero sin llegar a concretarlo. Augusto salvó el pabellón en la segunda mitad, cuando aprovechó un rechace de la zaga local para colar el balón en el único hueco al que no podía llegar ni Caballero ni ninguno de sus compañeros. 

El empate llevaba la justicia al marcador, pero el Celta no le perdió la cara al partido en ningún momento y seguía llegando a la meta malagueña. La tuvo Cabral, que envió a las nubes un balón sin dueño en área rival, pero sobre todo la tuvo De Lucas. El catalán, bien situado, cazó un mal despeje de Demichelis, a quien el balón golpeó en el hombro, para plantarse solo ante Willy Caballero. El celtismo se levantó de su sofá, preparado para cantar el gol, pero el meta argentino adivinó la maniobra de De Lucas. Una acción perfecta por parte del guardameta, y no tanto del delantero, que perdió la oportunidad de batir a Caballero y traerse los tres puntos para Vigo. 

Una oportunidad de oro la que perdió el Celta en La Rosaleda. La victoria le alejaría de los puestos de descenso, que seguirían estando ahí, pero que ahora se verían con la relativa comodidad de un partido de margen. No fue así, habrá que seguir peleando para tener ese colchón que dé la tranquilidad necesaria. Un punto es lo que tiene ahora el Celta con respecto a las posiciones de descenso, y habrá que hacerlo bueno ante la Real Sociedad, donde el Celta tendrá otra oportunidad para comprar tranquilidad y evitar sufrimientos innecesarios, que ya bastantes hemos tenido en el pasado reciente. 

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