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| ÓSCAR VÁZQUEZ |
Álex López volvió a demostrar hoy su gran capacidad para el disparo lejano. El ferrolano ha explotado poca esta virtud desde que juega en el Celta, algo en lo que ha incidido en varias ocasiones Paco Herrera, obsesionado con que su pupilo ensaye con más frecuencia esta suerte: "Si Álex está convencido como estoy yo de sus posibilidades en ataque nos dará mucho de cara al gol", comentó el catalán esta mañana tras la victoria ante el Valladolid. Son pocos, sin embargo, los goles que Álex ha anotado con tiros lejanos a pesar de su gran disparo.
En el caso de Álex López no es una cuestión de mejorar el tiro, pues ya lo tiene bueno, sino también de atreverse. Algo similar a lo que sucede con Michael Krohn-Dehli, que en muchas ocasiones opta por el pase o el regate antes que por el disparo, dinámica que está cambiando en los últimos partidos donde vemos al danés mucho más decidido de cara al gol: "Michael se suma ahora un poco, que tiene buen disparo. Álex ha tenido otra en la primera parte en la que no tomó la decisión, y otra en la que giró el cuerpo para controlar y se le echaron encima. Igual que a Michael, ojalá les convenzamos de que tiren más", señaló Herrera.
El disparo lejano es una virtud en la que no se prodigan los jugadores del Celta. Unos por carecer de este virtud y otros por falta de atrevimiento. El caso de Álex es uno de los más notables. En la recta final de la pasada temporada se animó y llegó a anotar algún gol importante, como uno ante el Xerez en la antepenúltima jornada, que cerraba un partido dramático y ponía en bandeja el ascenso a los vigueses. De hecho, en el día de hoy no solo Álex o Krohn-Dehli se animaron, sino que vimos a otros jugadores animándose en esta suerte. Desde Hugo Mallo a Túñez, pasando por los atacantes, que en alguna ocasión decidieron disparar a puerta. No siempre será gol, pero se asegura al menos finalizar la jugada y, como se suele decir, si no se tira no se marca.
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