¿Fraude o favor?


17 de junio de 2007. El Celta juega en Balaídos ante el Getafe con escasas opciones de salvar la categoría. Sus opciones pasan por derrotar al conjunto del sur de Madrid y esperar que Betis o Athletic pinchen en sus respectivos compromisos para salvar la categoría. Con Nástic y Real Sociedad por detrás, bastaría que uno de los dos no ganase para que se cumpliese la premisa. El Celta comenzó perdiendo, aunque terminó remontando y mirando para El Sardinero, a la espera de un milagro, ya que en San Mamés muy pronto se supo que el partido sería del Athletic. 

En Cantabria empataban Racing de Santander y Betis. Los locales habían salido con un equipo plagado de canteranos y el partido se paró para homenajear a Pablo Alfaro, que abandonaba el fútbol y jugaba su último partido con la camiseta del Racing. Cuando Lequi anotó el 2-1 el celtismo vio la luz. En aquel momento los de Stoichkov estaban salvados, pero apenas unos minutos después el Betis anotó dos goles por medio de Edu, un ex jugador del Celta. No hubo sorpresas y el Celta regresaba a Segunda División tan solo dos años después de su último ascenso. Era momento de autocrítica y de pensar en las cosas que se habían hecho mal para evitar que se repitieran en el futuro. 

Pero unos meses después saltaron a la luz pública unas conversaciones telefónica de Iñaki Descarga, por entonces jugador del Levante, en las que reconocía que los granota, o al menos una gran parte de la plantilla, habían cobrado por dejarse perder ante el Athletic en la última jornada de Liga. La fiscalía anti corrupción prometió investigar el asunto, pero finalmente fue archivado y enviado al limbo, al olvido. Ni Athletic ni Levante recibieron castigo, ni tampoco al  Celta se le resarció por el demostrado fraude. 

Desde entonces hemos vivido muchas cosas en Vigo, muchas de las cuales no nos sentimos orgullosos y que implican a otros equipos en situaciones semejantes que, eso sí, jamás se pudieron demostrar. En las últimas jornadas de las ligas, por desgracia, suelen ocurrir cosas así. No vamos a juzgarlo ni a cuantificar el daño que pueden hacer al fútbol, sino realizar un ejercicio de imaginación y especular sobre lo que hubiera pasado si el Levante no se hubiese dejado ganar aquel día. 

A bote pronto se nos ocurre que, incluso sin haber cobrado por perder, los levantinos podrían haber perdido aquel partido. Eso dejaría las cosas tal y como están, pero imaginemos por un momento que el Levante saca algo positivo de San Mamés y condena al mítico Ahtletic de Bilbao a Segunda División, dejando al Celta en Primera. ¿Qué hubiera pasado? Al no descender de categoría, el celta continuaría con el mismo proyecto, ya con Mouriño a la cabeza, y con una deuda difícil de gestionar. Como habría ingresos televisivos, el hoyo se iría tapando con lo recaudado año a año y la actual directiva continuaría con la ingeniería contable de Horacio, ya que tal cosa hizo en el ejercicio 2006-07. 

Suponemos que Stoichkov seguiría en el equipo, aunque tampoco creemos que duraría mucho ya que sus condiciones como entrenador están en entredicho aún hoy. El sustituto sería alguien con más nombre (y salario) que López Caro, y probablemente nos hubiésemos librado de jugadores como Vara, Arthuro, Fajardo y compañía. ¿Qué jugadores ficharía Mouriño? ¿Seguiría Félix Carnero como director deportivo? ¿Se hubiese fichado igual a Ramón Martínez? Si el equipo hubiese seguido en Primera, ¿Se hubiese hecho una apuesta decidida por la cantera?. La idea era invertir en la cantera, en sus instalaciones y en el futuro, pero ¿Tendríamos ahora a ocho canteranos en el primer equipo? ¿Tendríamos la economía saneada y estaríamos a día de hoy con posibilidades de pagar traspasos o estaríamos al borde una ley concursal? ¿Seguiríamos con Umbro o cambiaríamos de marca? ¿Sería esa marca Li-Ning? ¿Habría existido alguna vez la lona de Estrella Galicia? ¿Se hubiese generado la corriente de celtismo que ha llevado en los últimos meses a la creación de un importante número de peñas, la mayor parte de ellas formadas por gente muy joven? 

Y un detalle importante, ¿Hubiese debutado Aspas con el primer equipo? ¿Seguiría en Vigo ante la falta de oportunidades?. Cinco años después, parece claro que lo mejor a corto plazo hubiese sido no descender, pero viendo lo que ha hecho el Celta en estos años, y viendo lo que le está pasando a otros equipos, uno no sabe si odiar a Iñaki Descarga o agradecerle el favor que nos hizo. ¿Fue aquello un fraude o un favor?  Es cierto que el Celta perdió mucho dinero estos años, pero también es cierto que la realidad de Segunda obligó al Consejo de Administración a tomarse en serio la economía, devolvió a la afición a la realidad y regresamos a Primera siendo un club saneado, que aprendió de sus errores y con una plantilla con la que resulta muy fácil identificarse. Algo de lo que carecíamos hace cinco años. 

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