Los árbitros se ceban con el Celta


CARLOS PARDELLAS
El Celta dominaba la clasificación del trofeo Juego Limpio hasta que en la novena jornada de Liga recibió en Balaídos al Deportivo. Ese día se le cruzó en el camino Undiano Mallenco. El árbitro navarro no valoró por igual las faltas que cometían uno y otros. Así, acabó expulsando al céltico Augusto Cabral en el minuto 51 por dos tarjetas amarillas rigurosas y en cambio permitió que el deportivista Zé Castro completase el partido cuando había cometido faltas similares.

A partir de ahí, los colegiados se han cebado con el equipo vigués, que lamenta las expulsiones de Cabral ante el Deportivo y el Rayo Vallecano, de dos penaltis no señalados a su favor en Almería, de un gol en contra en claro fuera de juego en el Camp Nou y de un penalti dudoso en contra en Vallecas. La repetición de los errores arbitrales, sin embargo, mantiene impasible a la directiva del club vigués. Se niega a dar una opinión al respecto la junta de gobierno que preside Carlos Mouriño. El vestuario intenta seguir las directrices del club. Las críticas más duras que han surgido de la plantilla y del técnico hasta el momento son del estilo: "me parece inexplicable..." o "me preocupa que...".

Después del derbi, el Celta cayó a la décima posición en Juego Limpio. Antes de visitar Vallecas, acumulaba 36 puntos en esta clasificación. Las seis tarjetas amarillas que Álvarez Izquierdo le mostró a los celestes ante el Rayo le harán descender algún peldaño más el este premio a la deportividad. Resulta paradójico el tratamiento que recibe de los colegiados un equipo que en la primera parte del partido ante el Barcelona cometió dos faltas, ante un rival que había puesto en el campo a todos sus tenores -Messi, Iniesta, Xavi, Cesc, Villa y Pedro- y que superó el 60 por ciento de posesión del balón en ese periodo.

La deportividad con que el Celta jugó ese partido acabó pagándola injustamente en el minuto 61. El árbitro, Fernández Borbalán, concedió un gol a Jordi Alba en claro fuera de juego y permitió que el Barcelona se escapase en el marcador (3-1) ante un rival que le estaba plantando cara para discutirle los tres puntos en juego.

El error del colegiado andaluz se producía tres días después de otra actuación arbitral muy discutida por parte de los célticos. En Almería, el equipo vigués se quejó de que el canario Hernández Hernández dejase sin sancionar dos penaltis en el área rival: en una jugada de De Lucas y en otra de Joan Tomás. Éste recibió una tarjeta amarilla por revolverse contra el rival en esa misma jugada. Además, Jonathan Vila fue expulsado en el minuto 62. Fueron los únicos jugadores sancionados de un partido que deja muy difícil la continuidad de los célticos en la Copa.

Tras regresar a Vigo desde Barcelona, Herrera y Bermejo alzaron la voz un poco más de lo habitual para quejarse de los árbitros de Almería y el Camp Nou. "Me preocupa que en Almería hubo dos penaltis muy claros. Que uno no se pite, bien, pero los dos", dijo el técnico antes de referirse al gol de Jordi Alba: "Se hace difícil entender cómo esa situación no se puede ver. Me preocupa desde ese punto de vista. Por lo demás, creo que los árbitros trabajan con total honestidad y debe ser una cosa puntual que nos afecta a nosotros", concluía Herrera intentando dejar clara su defensa a los colegiados de la Liga.

Bermejo también incidió en el error de Fernández Borbalán: "Si hubiera sido al revés, y aún siendo más justo, lo habría pitado. El árbitro no puede hacer nada, se vale del asistente y éste es el que clamorosamente falla y nos perjudica. Eso sí, también en Almería hubo decisiones en contra. No podemos mirar atrás". El Celta evita las polémicas, aunque salga mal parado de las actuaciones arbitrales.

Undiano Mallenco expulsa a Cabral en el clásico gallego en el minuto 51 - Celta y Deportivo mantenían un intenso duelo, que registraba el empate a un gol al finalizar la primera mitad. Cabral y Zé Castro habían visto una amarilla cada uno, aunque Undiano Mallenco le había perdonado la segunda al deportivista. No hizo lo mismo cuando el céltico cometió una falta sobre Riki. El árbitro no tuvo dudas de la gravedad de la acción y mostró otra tarjeta amarilla al defensor argentino. El Celta tuvo que afrontar los últimos cuarenta minutos con un jugador menos.

Un fuera de juego de Jordi Alba sentencia al Celta en el Camp Nou - En la segunda parte, el Celta visitaba con insistencia la portería de Víctor Valdés en busca del empate. Pero en un nuevo ataque azulgrana, Jordi Alba recibió el balón que le mandó Villa de tacón cuando se encontraba en claro fuera de juego. El asistente de Fernández Borbalán no se inmutó. Dio continuidad a la acción y el lateral estableció el 3-1 definitivo.

El Celta reclamó dos penaltis en Almería - El canario Hernández Hernández no sancionó dos faltas en el área del Almería. La primera, cometida sobre De Lucas, pudo cambiar el rumbo del partido porque el marcador estaba cero a cero. El Celta pagó errores propios y ajenos y cayó por 2-0.
Expulsión de Cabral en Vallecas por una dudosa mano - Una acción dudosa, en la que parece que el balón golpea en el costado de Cabral y si acaso en su mano pero de manera involuntaria porque trata de evitar que el balón le pegue en la cara, provocó la expulsión del céltico en Vallecas. A partir de ahí, el Rayo aprovechó la superioridad para remontar y ganar.


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