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Javi Varas se ha confirmado como el verdugo de Lionel Messi. El argentino salía de inicio tras ser padre ayer. "La Pulga" siempre quiere jugar. Su presencia no sorprendía. Además tenía una nueva motivación. Su gol tendría dedicatoria especial. Thiago, su heredero, sería el destinatario de su enésima diana. Sin embargo, enfrente estaba un viejo conocido. El meta andaluz le amargó la noche del 22 de octubre de 2011. La guinda a aquella noche de Halloween adelantada se culminó con la parada de una pena máxima. El Sevilla rascaba un punto del Camp Nou, un fortín casi inexpugnable.
Doce meses después, Javi Varas regresaba al lugar del crimen. Era el protagonista de la previa. Es el último portero que ha logrado dejar la portería a cero en el estadio catalán. Un logro. Una proeza prácticamente imposible para un equipo acostumbrado a golear. El ahora portero del Celta comenzó el encuentro con dos buenas intervenciones. La grada del Camp Nou empezaba a recordar el sufrimiento del año pasado.
Sin embargo, Adriano rompió pronto el maleficio. Poco después, Villa volvía a poner al Barça por delante tras el tanto de Mario Bermejo. Javi Varas no podía hacer nada. Los goles de los blaugranas eran casi un calco. Centro de la banda y remate en el corazón del área. Cambiaba el costado y los protagonistas de ambas jugadas.
Esa batalla estaba perdida. Javi Varas ya sabía lo que era recoger el balón del fondo de su portería. Aunque todavía quedaba otra pugna. El portero andaluz demostró ser la bestia negra de Messi. El mejor jugador del planeta no supo definir en un mano a mano muy claro ante el arquero celeste. Al argentino "se le hizo de noche". Varas aguantó de forma fantástica, evitando que "la Pulga" rematase a placer al fondo de la red.
La otra jugada de este particular enfrentamiento llegó en el tiempo de descuento del primer acto. Los papeles de la película se invirtieron. Javi Varas recortó a Messi. El argentino se quedaba sin dedicatoria especial a su hijo Thiago y sin batir a un guardameta andaluz que volvió a mostrar su descaro ante el mejor jugador del planeta.
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