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| MARTA G. BREA |
Iago Aspas se enfrenta de nuevo a su cuenta pendiente. El derbi gallego se acerca y la figura del Celta vuelve a atravesar un gran momento de forma, llegando al duelo contra el Dépor pletórico, como ya sucediera la temporada pasada. Pero aún no le ha hecho un gol al equipo coruñés desde que llegó al primer equipo, una asignatura marcada a fuego en la agenda del moañés.
Aspas sólo se ha enfrentado dos veces al Dépor, los dos derbis de Segunda. Al primero de esos encuentros llegó en el centro de la tormenta, deportiva y extradeportiva. Aspas acumulaba 5 goles en los 6 partidos anteriores al partido de Riazor, y su sola figura suponía una amenaza de primer orden para la defensa de Oltra. El momento de forma de Aspas preocupaba pero su comportamiento azuzó a la afición coruñesa, con su ya célebre confesión sobre la patada de Vagner a Tristán.
Luego reconocería Aspas Que se pasó de la raya, pero más allá de eso, su actuación en Riazor no estuvo a la altura de la brillantez que había demostrado y Aspas entró en un pequeño bache antes de volver a ser decisivo en el tramo final de la temporada y conducir al Celta al ascenso. Tampoco pudo marcar en el partido de Balaídos, algo que sí consiguió en el 2008 en el duelo de filiales, por entonces en Tercera división. Con el Celta B se enfrentó 3 veces al Fabril, y sumó 2 victorias y una derrota.
Iago Aspas vuelve a encarar un duelo contra el Dépor en un gran momento de forma. Ha marcado 3 goles en Liga y ha dado una asistencia. Figura entre los mejores del campeonato en tiros a puerta y ocasiones de gol creadas. Su actividad frenética en todo el frente de ataque del Celta ha sido una constante, ejerciendo tanto de delantero centro como de mediapunta. Aunque le cuesta finalizar los partidos: ha sido sustituido en 5 de las 8 jornadas, la última vez en el Bernabéu, algo que no le sentó demasiado bien. Pero los datos y las sensaciones quedan a un lado cuando a Iago Aspas le llega un derbi, su gran asignatura pendiente.
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