¡Cómo hemos crecido!


RICARDO GROBAS
Una de las sensaciones más comunes que tienen la gente de ti cuando eres joven y estás creciendo es aquella en la que un familiar que se queda sorprendido ante lo mucho que has crecido durante todo un verano sin verte, y sonríe orgulloso ante cosas naturales de la vida.

Y así se encuentra un servidor, como muchísimos otros parroquiales del Celta, de ese Celta que casi no vimos desde ese magnífico día del ascenso. Un verano hablando sobre él, con muchísimos sueños veraniegos y con muchos romances que al final quedaron en eso, en romances de verano.

Pero, ¿quién nos iba a decir que nuestro Celta, ese equipito modesto formado por jugadores gallegos, de pueblecitos y que se ruborizan ante las cámaras y se sonrojan ante las cámaras, convivirían, unos meses más tarde, con un danés que maravilló en la Eurocopa; un Krohn-Dehli que dio la vuelta al mundo tras destacar enormemente con su selección en el denominado “grupo de la muerte”?

¿Quién nos iba a decir que íbamos a fichar a un portero que desde muchos sitios se habló de que tenía que ir a la Selección, después del penalti atajado a Leo Messi?

¿Quién nos iba a decir que íbamos a fichar a un pilar de la segunda vuelta de ese “Euro-Levante” que tanto sorprendió?

¿Quién nos iba a decir que íbamos a fichar un jugador de Argentina, a uno de los mejores de su liga, y que incluso ha sido internacional?

¿Quién iba a decirnos a nosotros, incrédulo, que todo un país se volcaría con nosotros y que incluso se crearían Peñas Celtistas en otros continentes a raíz del fichaje de una estrella asiática?
¿Quién nos iba a decir que se acabarían los fichajes provenientes del Salamanca, así como que empezaríamos a abrir miras, e incluso a pagar millones por jugadores? ¿Quién nos iba a decir que incluso ficharíamos, como suplente a uno de los mejores centrales de la Liga Adelante?

¿Quién nos iba a decir que nos harían incluso reportajes, y encima saldríamos más de treinta segundos por televisión?

Pero sobretodo, y lo que más me enorgullece de todo esto es el hecho de que quién nos iba a decir a nosotros hace unos 5 años, que volveríamos a Primera con un equipo repleto de canteranos, que no están para cumplimentar si no que muchos de ellos son básicos en nuestro esquema, y que junto a nuestro equipo, hemos visto como han ido creciendo pasito a pasito, como nuestro Hugo, que cada vez está más fuerte y resistente, como nuestro Túñez, que cada vez se va convirtiendo en el central que todos queremos, como nuestro Rober, que cada vez parece que consigue para a más y más defensas como el grandullón de la familia, Borja; que parece que después de estar un tiempo fuera de casa ha vuelto para quedarse, como nuestro Álex que se está adaptando cada vez mejor a la categoría, y como nuestro Iaguito, que a este no le hace falta adaptarse a nada.

Esos chiquillos, junto a otros que todavía tienen que crecer todavía más como Toni, Levy, Jonathan o Rubén crecen con en el Celta en sí, pero el Celta también crece con ellos, manteniendo siempre esa filosofía y ese estilo de juego; ese fútbol de salón que tantas alegrías nos da.

Y es que quizá esos años de jugar en campos de barro y de espacio reducido quedaron atrás, esos años de no tener la televisión retransmitiendo y esos años de saber el resultado por las redes sociales se acabó.  Quizás ha llegado el momento de sorprender, y porqué no, de que esos sueños veraniegos se cumplan y evolucionen en otros. Somos un equipo humilde, trabajador; y sabemos de donde venimos. Venimos del infierno de Segunda, algo que nos ha hecho apreciar cada momento que vivamos en Primera, y es que quizás, y solo quizás ha llegado el momento de enseñarle a todo el mundo lo mucho que ha crecido nuestro niñito, y decir bien alto, como si de una madre se tratase “¡Mira que grande y sano está!”

Y es que Celta, te veo y no te reconozco. Me produces una sensación de orgullo increíble, y sólo me queda decirte: ¡Cómo has crecido!

0 comments:

Publicar un comentario