Aspas: "Pagamos caro salir dormidos"


DAVID HIDALGO
Iago Aspas llegó ayer tarde a Vigo con un sabor agridulce en los labios. Más agrio que dulce pues el gran gol que le marcó al Granada no bastó al Celta para conseguir sus primeros puntos lejos de Balaídos esta temporada. El moañés valoró el buen juego desplegado ayer por el equipo de Paco Herrera en Los Cármenes, pero lamentó la falta de intensidad con que el equipo arrancó el partido y la pobre efectividad mostrada frente al marco contrario. "Otra vez nos ha faltado contundencia en ambas áreas", dijo.

A su llegada a Peinador, el delantero celeste lamentaba los dos goles concedidos al Granada en los primeros diecisiete minutos de juego. "Salimos dormidos y lo hemos pagado caro. No podemos conceder tantas facilidades", comentó. El moañés valoró sin embargo la reacción celeste. "Después del segundo gol hemos jugado mejor. Hemos dominado la pelota hasta el final y creado bastantes ocasiones. Hemos tirado por lo menos quince veces contra su portería pero su portero ha estado muy bien", comentó.

Pese a la falta de puntería frente al marco rival, el artillero se mostró contento con el juego del Celta. "Hemos fallado ocasiones porque las hemos creado. Esto significa que estamos en el buen camino, pero tenemos que ser más contundentes en las dos áreas", insistió. Iago Aspas, que ayer anotó su segundo tanto y lidera la tabla de goleadores en el equipo, confesó que el tanto le dejó "un sabor agridulce". "A un delantero siempre le gusta hacer goles pero me queda un sabor bastante amargo porque al final el gol no ha servido para nada", dijo.

El artillero, a cuya cabeza puso precio la afición del Granada en el último play-off de ascenso, explicó que el partido había transcurrido en un ambiente normal porque las heridas de aquel partido están cicatrizadas. "Han pasado ya dos años y el de ayer fue un partido de liga más fuera de casa, en el que queríamos conseguir los tres puntos. No ha podido ser y ahora lo que tenemos que hacer es pensar en el partido del viernes contra el Sevilla", observó Aspas.

El delantero centro céltico, por último, explicó que el gesto de llevarse la mano a la oreja tras anotar el gol no tuvo ningún significado especial. "Lo único que pretendía era dar ánimos a mis compañeros, que supieran que todavía estábamos en el partido", destacó.

Julio Bernardo / Faro de Vigo

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