Un homenaje a Fito Domínguez


XOAN CARLOS GIL 
El Celta quiso rendir ayer un sentido homenaje a uno de sus aficionados más ilustres, Fito Domínguez, cantante y fundador del grupo musical A Roda, fallecido el pasado 2 de septiembre. Antes de que el balón echase a rodar, el celtismo guardó un minuto de silencio en honor del autor de su himno, echando la vista atrás, pensando en la alegría del último día que habían escuchado en directo su voz, en la fiesta del ascenso, al final de la temporada pasada en Balaídos.

Como diría Fito en una de sus canciones, el Celta empezó el partido recordándole a Maruxiña que traía una "borracheira", pero en este caso no de vino, sino de fútbol. El Celta arrancó el partido metiendo al Getafe en su campo y la grada volvió a ser la de las grandes ocasiones, encendida desde el primer minuto. Quizás fuese culpa del colegiado José Antonio Teixeira Vitienes, que estuvo demasiado tiquismiquis en la tarde de ayer.

Si Paco González, conductor de "Tiempo de Juego" de la Cadena Cope se quejaba el fin de semana pasado de que en algunos campos de Primera no se sentía el calor de la afición y que por los micrófonos de sonido ambiente no se oía un alma, ayer Balaídos le demostró que era una de las excepciones. Tal y como hubiese hecho el líder de A Roda, la afición hizo resonar el estadio al ritmo de la percusión de los bombos que guiaron los cánticos y los aplausos desde las gradas.

Iago Aspas también le dio, a su manera, un homenaje a Fito Domínguez. El delantero del Celta tuvo ayer uno de esos días en los que es imposible hacer amigos. El árbitro le demostro desde el primer aspaviento que no le iba a pasar una y para colmo, Alexis, el central del Getafe, estaba empeñado en sacarle del partido. El defensa azulón lo intentó de todas las maneras: patadas, empujones, agarrones, codazos y sobre todo, tratando de sacarle de sus casillas cada vez que creía que nadie le veía. El Iago de antaño hubiese estallado, pero ayer, acordándose de Fito, hizo un "pousa, pousa, pousa" con su paciencia y consiguió culminar un gran partido.

El último homenaje que quiso darle ayer el Celta a Fito Domínguez fue en los últimos minutos del encuentro, cuando con un solo gol de ventaja, decidió actuar como un equipo sobrado de experiencia y dormir el balón. "Miudiño, miudiño", cantaría Fito. Finalmente, el equipo vigués sumó su segunda victoria de la temporada y ya van dos seguidas en Balaídos, con lo que la "Foliada del Celta" continuará una semana más.

Marcos Romero / Faro de Vigo

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