La Liga para este fin de semana a causa de los partidos que disputan las selecciones internacionales entre el viernes y el próximo martes. Queremos aprovechar para elegir (y recordar) entre todos a los mejores jugadores extranjeros que han pasado por el Celta, eligiendo los mejores de cada uno de los países que más representatividad han tenido en la historia del conjunto celeste. Comenzamos con Brasil.
Más de una treintena de futbolistas brasileños han pasado por el Celta. Los últimos han sido Botelho y Danilo, que jugaron en el Celta durante la Temporada 2009-10, pero estos no están nominados. No fue difícil descartarlos, pero si lo fue elaborar la elección de cinco candidatos a la elección de mejor jugador brasileño en la historia del Celta. Finalmente nos hemos decantado por estos cinco futbolistas.
Uno de los mejores delanteros que ha pasado por el Celta. Después de despuntar en el Internacional de Porto Alegre recaló en el Celta, con el que marcó 16 goles en la Temporada 1988-89. Fundamental en una de las mejores temporadas del conjunto celeste en su historia. Al Celta le costó 60 millones de pesetas y fue traspaso un año después al Lazio italiano por 250. En Italia no triunfaría.
El rey del gol en Balaídos. Anotó 34 goles en la Temporada 1986/87, lo que le valió para ser el máximo goleador de Segunda División y pieza clave en el ascenso del Celta a Primera División. Fue pichichi de Primera en Primera con el Atlético de Madrid, equipo al que se marchó tras militar en el Celta. Se retiró con 37 años jugando en Japón.
Tal vez su salida del Celta no fue la mejor, ni las cosas que sucedieron después, como aquel partido de infausto recuerdo en el que dos goles suyos enviaron al Celta a Segunda, pero su rendimiento con la casaca celeste fue inmejorable. En Vigo jugó cuatro temporadas y anotó 29 goles, con tantos muy importantes. Llegó a ser internacional con Brasil mientras jugaba en el Celta.
Imposible de olvidar. Everton Giovanella jugó siete años en Vigo en los que derrochó trabajo y dedicación. Disputó más de 140 partidos con la camiseta del Celta, dando lecciones de oficio y colocación. Su final sería triste, ya que una sanción por dopaje le obligó a irse sin una despedida adecuada sobre el terreno de juego.
El único campeón del mundo que ha vestido la camiseta del Celta después de haberse proclamado campeón (Silva lo hizo antes). Mazinho era un futbolista marcado por su extraordinaria regularidad. Sacaba un 8 en todos los partidos que disputaba y nunca pasaba desapercibido. Calidad, control, sacrificio y una deportividad exquisita. Un orgullo.
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