La venta de Salvio al Benfica complica la cesión de Diego Costa al Celta

EFE

La venta del atacante argentino Eduardo Salvio al Benfica complica la cesión de Diego Costa al Celta. Las excelentes relaciones con el Atlético de Madrid, con el que el equipo vigués comparte bando en la batalla de operadores por la retransmisión del fútbol, situaban al Celta como uno de los mejores posicionados entre el amplio ramillete de clubes de Primera División que pretenden hacerse con los servicios del artillero brasileño.

Sin embargo, y a pesar de no haber sido incluido entre los jugadores que participan estos días con el Atlético en la gira colombiana, Diego Costa gusta el técnico colchonero, Diego Simeone, quien, tras el traspaso de Salvio, estudia darle galones. El equipo madrileño tiene confianza en la progresión y en las condiciones de Costa, un jugador ya baqueteado en Primera División, pese a contar apenas con 23 años. Por eso, el Atlético no tiene en principio intención de venderlo. Simeone barajaba la idea de cederlo y recuperarlo el próximo curso. Pero la venta de Salvio al Benfica ha hecho cambiar de opinión del técnico argentino, que prevé ahora retener al jugador a menos que se concrete algún refuerzo de ataque de mayor nivel. Los once millones que el Atlético va a obtener por el traspaso de Salvio no cierran del todo la puerta a esta posibilidad.

El Celta, mientras, piensa en Diego Costa como una de las opciones prioritarias para reforzar su delantera. El futbolista gusta a la dirección deportiva y reúne el perfil deportivo y las condiciones técnicas por las que suspira Paco Herrera, que considera al hispano-brasileño un buen complemento para Iago Aspas.

Al Celta no le preocupa la reputación de futbolista veleidoso y poco comprometido que Diego Costa se ha granjeado en el pasado y de que la que Celta tuvo una buena muestra hace cinco años, cuando el brasileño jugó cedido en el equipo de Balaídos. 

En Plaza de España subrayan en este sentido que Costa vistió de celeste cuando contaba apenas con 18 años y desde entonces ha madurado considerablemente. El jugador ha sentado la cabeza después de casarse y ser padre. Pero por encima de todo, el club valora las grandes condiciones del jugador, su extraordinaria potencia y hambre de gol. Por eso, pese a las dificultades, el hispano-brasileño se ha convertido en una de las opciones preferidas para reforzar la posición de delantero.

Julio Bernardo / Faro de Vigo