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RICARDO GROBAS |
Iago Aspas terminó la pasada temporada como el jugador más en forma de todo el equipo. El de Moaña marcó en todos los últimos partidos del Celta, excepción hecha del Celta - Córdoba, y terminó la Liga como máximo goleador español de Segunda División, con 23 goles en su haber, solo superado en el global por el argentino Leo Ulloa. Unos registros goleadores que despertaron el interés de numerosos equipos españoles y extranjeros, y que obligarán al Celta a hacer un esfuerzo económico para mejor la ficha del futbolista referente dentro de la plantilla. El jugador con más presente y futuro de los que componen el vestuario celeste.
El descanso veraniego y el claro cambio de status del futbolista dentro de la entidad no han mermado un ápice su voracidad goleadora. A pesar de que en los primeros partidos no se estrenó, Iago Aspas vuelve a estar en unos números brillantes después de haber anotado en los tres úlitmos partidos amistosos que ha disputado el conjunto de Paco Herrera. El de Moaña anotó uno de los dos tantos en la remontada ante el Estoril, posteriormente culminada en en la tanda de penaltis. Cuatro días después, la víctima fue la Ponferradina, que sufrió en sus carnes un golazo del genio celeste. Roberto Lago sacó una falta en largo y por allí apareció Aspas para batir con una sutil vaselina al meta blanquiazul.
En Barcelos volvió a aparecer el diablo del Morrazo. Aspas entró en la segunda mitad y cambió el juego del equipo, volvió loca a la zaga "minhoto" incapaz de entender los constantes movimientos del moañés. Suyo fue el 1-2 tras anotar un penalty que él mismo había provocado, y suyo fue el 1-3 tras un saque de esquina ensayado que el propio Aspas habíua botado, enviando un potente zurdazo desde fuera del área que dobló las manos de Lucio y supuso el tanto de la merecida victoria celeste en Barcelos.
Ya el año pasado se convirtió en el máximo goleador del Celta en pretemporada, y este año parece ir por el mismo camino. Los problemas del Celta en ataque, con pocos efectivos para el gusto de Herrera, se solucionan casi siempre cuando aparece el de Moaña y lo arregla con alguna genialidad que le permite prolongar una racha goleadora que amenaza con ser eterna. La afición le adora y los niños tienen claro quién es el referente. Larga vida al goleador.
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