¿Pasión por la roja?


RICARDO GROBAS
Esta noche habrá pantallas gigantes en Castrelos para ver a la selección española, que se juega el título de la EuroCopa ante la sorprendente y renovada Italia de Cesare Prandelli. SE espera que el popular parque vigués desborde pasión por la roja, pero, ¿Habrá pasión por la roja o pasión por la fiesta?. ¿Son los mismos que se sumaron a la pasión celeste en la recta final de la Liga?. No quiero que nadie malintrepete mis palabras. Estoy seguro de que hay gente que de verdad siente a la selección española como suya, sea o no del Celta, eso no viene al caso, y que sufrió y padeció las derrotas del combinado nacional cuando, en el pasado, solía quedar eliminado en cuartos o en la fase de grupos, pero esta pasión por la selección parece un tanto artificial. 

Esta es la pasión por la roja en realidad. Es pasión por la fiesta, por la victoria más o menos asegurada y el tren del éxito, a donde todo el mundo se suba aunque tenga que pagar. Al tren del posible fracaso nadie se quiere subir y si podemos reírnos, desde fuera, de los que están allí, lo haremos. 

Más allá de cuestiones políticas, que deberiamos separar en este caso, lo cierto es que la selección española es lo más parecido a una selección que tenemos, incluso aquellos que nos emocionamos con los goles de la selección gallega. Yo, que ya tengo una edad, he vivido muchas cosas en el fútbol, con respecto a la selección, casi todas negativas, pero el primer recuerdo nítido que tengo del fútbol, fue un día de diciembre de 1983 cuándo España derrotó a Malta por 12-1 consiguiendo la clasificación para la Euro del 84, que perdería en la final contra Francia con el famoso gol de Arkonada, uno de los mejores porteros que recuerdo. Aquel día me hice de la selección, sin tener en cuenta ningún tipo de connotación política que con 6 años no podría valorar. 

Y he estado ahí, y he estado cuándo se perdía, e incluso he estado a pesar de que mis ideas políticas no van con nada que tenga que ver con la unidad nacional o historias similares. Creo que la selección representa al fútbol español, no a un país o una nación, que en todo caso, aún sigue siendo la nuestra. Y al Celta también lo representa, aunque no tenga ningún jugador. Ahí está el Doctor Cota, médico del Celta y de la selección continuando la tradición del malogrado Genaro Borrás. 

Y esta selección también representa el gusto estético por un fútbol diferente, un fútbol que se acerca mucho al que debe gustar a los amantes del fútbol. Es una gozada verlos, y probablemente sintiese la misma satisfacción aunque fuese Corea del Sur quién lo practicase, pero si quien juegan son Xavi, Iniesta o Silva, mejor. 

Ahora bien, yo no me trago lo de la "pasión por la roja". Aquí lo que hay es mucho morro y mucha pasión por la fiesta. Veremos las banderitas que hay y los comentarios de la "afición" si dentro de 2 años "palmamos" en cuartos de final. Todo es muy respetable, obviamente, simplemente es un punto de vista, tan válido como el tuyo. 

0 comments:

Publicar un comentario