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RICARDO GROBAS |
La sala del máquinas del Celta volverá a ser gallega el próximo curso en Primera División. El vigués Borja Oubiña y el ferrolano Álex López se perfilan de nuevo como los dos medios centro que llevarán la batuta de la orquesta celeste para lucimiento de solistas de ataque. Dos pivotes de muy diferente condición, que se complementan y han alcanzado una complicidad sobre césped que el colectivo agradece. Ellos mandan en el terreno donde el fútbol engrandece o empequeñece a un equipo.
Oubiña y Álex López serán la referencia del medio campo celeste en el reestreno del Celta en la categoría máxima del fútbol nacional. Nadie les garantiza de partida la titularidad aunque Natxo Insa y Cristian Bustos, que ya estuvieron a su sombra el pasado curso en Segunda, se perfilan como las segundas opciones de Paco Herrera para el eje de la línea medular, una demarcación crítica en el juego que no se ha considerado necesario reforzar para el salto de categoría.
Para Borja y Álex, el desafío es distinto. El vigués vuelve a su espacio natural, un territorio del que se vio privado por las lesiones y que ha reconquistado después de que se le diese por desahuciado a fuerza de sacrificio, tesón y coraje. La fe inquebrantable en su recuperación ha permitido a Oubiña disputar 28 partidos a gran nivel el pasado curso y, cumplida la treintena, retornar a Primera División con la ilusión de un debutante.
El ferrolano, mientras, debuta en Primera con la promesa de brillar en la categoría, un salto natural en la carrera de un chico cuyo fútbol ha crecido exponencialmente desde que Paco Herrera le entregó hace dos años por sorpresa los galones desde el primer partido de Liga. Sus números en Segunda impresionan y el salto de división, lejos de intimidarle, le sirve de acicate.
Oubiña y Álex López se compenetran en el campo y se profesan admiración mutua fuera de él. El capitán no escatima elogios hacia el ferrolano. "Su característica primordial es la facilidad que tiene con la pelota. Le sale jugar de forma natural y tener esa facilidad para tener el balón en los pies es de las cosas más difíciles que hay en el fútbol", explica Oubiña, que agrega: "Defender es fácil, el problema es qué hacer cuando tienes la pelota".
Mejoría táctica
El pivote vigués señala que Álex debe mejorar en el juego táctico, pero precisa que aprende rápido. "A nivel defensivo y táctico está mejorando. Cada día asume más responsabilidad en la parte defensiva", apunta. Y expone: "No se trata de robar más o menos balones ni de ser agresivo sin la pelota, sino de estar bien colocado. Si tu cualidad dominante no es la parte defensiva es muy importante estar bien colocado. Es donde más tiene que trabajar porque lo otro, lo más difícil, ya lo tiene". Oubiña destaca, en este sentido, que su pareja de baile se adaptó muy bien el pasado curso a la posición más defensiva que le pedía Herrera, que le restó llegada. "El año pasado defendimos con los dos centrales más los dos pivotes y atacamos con los laterales. Los pivotes jugamos unos metros más atrás y él se adaptó a jugar en esta posición, por eso no tuvo tanta llegada", apunta el capitán celeste. "Aún así, llega fácil al área y define bien. Tiene mucho carácter ofensivo y se está sacrificando en la parte defensiva", subraya.
Más que su personalidad sobre el campo, a Oubiña le llama la atención el talento de López. "Es un chico valiente pero esa facilidad que tiene con el balón te da confianza. No es cuestión de asumir más responsabilidad, sino algo que le sale de forma natural. Lo que le sale es ir a por la pelota, pedirla y jugar, todo lo que se aleje de esto es antinatural para él. Tiene que mejorar a nivel táctico y será un gran jugador de Primera División", afirma. Con Álex, añade el vigués, no cuesta compenetrarse: "No es cuestión de entenderse con él, es que es muy bueno. Tiene es don para jugar y simplemente hay que dejarle cierta libertad".
No menos elogios dedica Álex López a Oubiña. "Es un jugador con un enorme sentido táctico con una gran facilidad para sacar la pelota jugada con uno dos toques. Tiene una visión panorámica del juego para hacer circular el balón y una gran sentido táctico para la recuperación de balones", observa el ferrolano, que destaca la capacidad del vigués para mejorar a los que tiene a su alrededor. "Jugar a su lado es una gozada porque todo lo hace fácil. Te habla, te dirige es muy sencillo entenderse con él. Es un tipo que te cubre muy bien las espaldas", subraya el ferrolano, que confía en que jugar al lado del capitán le ayude a asimilar mejor el salto a la Primera División. "No creo que tenga problema de adaptación pero seguro que con él va a ser más fácil porque es uno de esos futbolista que hace mejor al que tiene al lado", sentencia.
Julio Bernardo / Faro de Vigo
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