La nueva reconversión de Jonathan Vila


RICARDO GROBAS
Cuando hace dos años aterrizó en Vigo Paco Herrera se encontró con una plantilla en la que había un exceso de mediocentros y muy pocos centrales. Entre los pivotes destacaba un Jonathan Vila que no acababa de pegar el estirón. Herrera, que tiene buen ojo para los centrales, decidió probar al de Porriño en esa demarcación durante la pretemporada. Para muchos, aquello no era más que un parche para cubrir esa demarcación en tanto llegaba el ansiado central, pero el técnico catalán insistía en que ese chico tenía cualidades de central. 

Y llegó el central, Ander Murillo, pero Vila seguía ejerciendo como central, incluso con la competencia de Ortega, que parecía el central destinado a ser titular. Así fue en la primera jornada, Ortega salió junto a Túñez en el once inicial, pero algo no le debió gustar a Herrera, quien tras la derrota ante el Barcelona B dio la alternativa a Catalá por el perfil zurdo y a Jonathan Vila por el diestro. Para sorpresa de muchos, el de Porriño se asentó en el once inicial y lo jugó prácticamente todo. El equipo iba bien, así que nadie protestaba ni se quejaba de sus fallos. 

Pero esos fallos, fueron más evidentes este año. Vila no progresó como se esperaba. Sorprendió el año pasado, pero con el paso de los partidos parece que iba ganando desconfianza, especialmente entre la grada. Su presencia en el equipo durante la segunda vuelta de la Liga fue prácticamente testimonial, condenado a la grada en la mayoría de los partidos. El club perdió a Oier, al que Herrera también había reconvertido, y se barajaban nombres de centrales. Finalmente llegaron dos: Gustavo Cabral y Samuel Llorca. Ambos diestros y que serían la competencia directa de Jonathan Vila, que pasa a ser el quinto central de la plantilla, por detrás también de Túñez y Catalá. 

Una situación complicada para Vila, que tendrá que afrontar una nueva reconversión. Ayer Herrera alineó en la primera mitad a Cabral y a Túñez, mientras que en la segunda jugaron Samuel y Catalá, confirmando que Vila es la última elección. Pero Vila tenía que jugar, así que actuó de mediocentro, regresando a su posición original, a la que le hizo llegar al primer equipo y la que le valió la comparación de Fernando Vázquez con Borja Oubiña. Falta saber si se debió a un simple relleno del once inicial, a una situación coyuntural,  o es que Herrera masculla devolver al de Porriño a la posición que tenía cuando llegó. Cuando tuvo minutos y confianza durante un periodo de tiempo significativo rindió bien como mediocentro, tal vez una nueva reconversión salve el futuro de Vila en el Celta. Pocos sobreviven tan bien como él.

0 comments:

Publicar un comentario