La Ponferradina regresa a Segunda División


EFE
La Sociedad Deportiva Ponferradina logró en Tenerife, y solo un año después de su descenso, el retorno a la segunda categoría del Fútbol Profesional al superar claramente a un quebradizo conjunto local que, en casi todo momento, fue a remolque de su rival. Curiosamente, la Ponferradina que dirige Claudio Barragán se convierte en el quinto club que asciende a la categoría de plata en los últimos años tras enfrentarse al Real Madrid en la Copa del Rey de la misma temporada.

La imperiosa necesidad tinerfeña de igualar un marcador adverso (en la ida se impusieron los leoneses por 1-0) le pesó en exceso, todo lo contrario que al cuadro leonés, que pese a tener un tanto de ventaja, sometió inicialmente a su rival a una intimidadora presión.

Después de los primeros diez minutos de absoluto dominio visitante, los tinerfeños supieron deshacerse de este sometimiento, y empezaron a hilvanar alguna jugada con la que tratar de inquietar a Orlando, pero sin conseguirlo hasta el minuto veintidós, en el que Chechu trató de sorprenderlo con un disparo raso.

Esta ocasión dio paso a una fase mucho más convulsa y, sobre todo, de crispación por parte de ambos equipos, en la que únicamente destacó un esporádico centro de Chechu en el minuto treinta y dos que fue repelido por el larguero.

Si inicialmente se pudo atisbar la intencionalidad leonesa, en la reanudación resultó evidente su mayor aplomo y, sobre todo, su peligrosidad, puesto que le bastaron apenas dos jugadas para poner en un auténtico brete a los insulares.

Primeramente al no señalar un previsible penalti de un defensor sobre Máyor, y poco después sí que el árbitro no dudó a la hora de señalar otra pena máxima, esta vez por una entrada de Kitoko sobre Acorán, que no sólo propició la expulsión del jugador local sino que, además, poco después permitió a Yuri anotar el penalti.

Pero no se acabaron aquí los despropósitos para los canarios, puesto que en el minuto cincuenta y nueve le llegó la letal estocada por mediación de Didac, al aprovechar una asistencia de Máyor para, con un disparo raso, batir a Aragoneses y, con ello, certificar el ascenso de su equipo.

El severo castigo pudo haber sido más hiriente si el poste local no hubiese repelido un disparo de Acorán en el minuto sesenta y ocho, o que Fofo no hubiese fallado un franca incursión en el área, que acabó con un disparo al lateral de la red, aunque al final, Kiko Ratón aminoró la diferencia con un disparo con la zurda, pero sin trascendencia alguna.

EFE

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