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| RICARDO GROBAS |
El Granada apremia al Celta en el caso Orellana. La nota emitida hoy por el club nazarí parece más un aviso para navegantes que el adiós de Orellana al Celta. Quique Pina es un dirigente de escasa moral, como ya demostró en diversas ocasiones, vendiendo equipos al mejor postor o exigiendo a los accionistas del Cádiz que le cedan sus acciones para tener total control sobre el conjunto cadista. En vísperas del Granada - Celta de la pasada temporada, no dudaron en poner una foto de Roberto con un hematoma producido en un choque fortuíto con Iago Aspas para caldear el ambiente. Lo consiguieron.
Lo de hoy es otro claro ejemplo. Las negociaciones no han hecho más que empezar y Orellana puede acabar en Vigo. O no, pero tiene las mismas posibilidades que hace 24 horas porque el Granada tendrá que negociar si quiere sacar algo de dinero por el futbolista, que quiere jugar en Vigo a toda costa, y esto no es más que una estrategia de negociación. Un aviso para el Celta, que sabrá que no será nada fácil conseguir al chileno y que sabe que tendrá que rascarse el bolsillo si lo quiere.
Pero Mouriño fue claro en la entrevista que concedió al canal oficial del club hace unos días. Se hará un esfuerzo por Orellana. Evidentemente el esfuerzo no serán 3 millones, pero el Granada parece lo suficientemente interesado en vender al futbolista como para montar este tipo de estrategias. Si el Granada no quisiese fichar al futbolista no anunciaría a bombo y platillo que se le acabó el plazo al Celta. Simplemente, se acabaría sin más, no le afectaría. Veremos cual es el siguiente movimiento del Celta en esta partida de ajedrez con aroma a culebrón.
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