El ascenso según Javi Vaz


Foto: Europa Press
La verdad: después de lo sucedido la temporada pasada, no podía ser optimista. Mi cuerpo no quería volver a desilusionarse, volver a vivir el optimismo y la alegría de los días previos a nuestra visita a Los Cármenes, para después llevarse el gran golpe (queda mal decir hostia). Por eso, como buen gallego, elegí el pesimismo como vía de escape. Me pasé todo el año buscando excusas negativas para contener la ilusión: que si no teníamos gol, que si sufríamos a balón parado, que si Orellana era irregular... Como veis, un conjunto de tonterías sin sentido que me servían como  evasión para controlar la ilusión.

Al final, acabé llorando cuando escuché la Rianxeira allá por el minuto setenta y cinco del partido contra el Cordoba. Ahí van cinco de las claves que produjeron esas lágrimas.

El mejor partido: R.C. Celta 4-3 U.D. Almería (Jornada 26).
Foto:Marta G. Brea
Jo¡Qué tarde! Hacía tiempo que no sentía cosas en Balaídos como ese día. Éramos 16.000 gargantas aullando para llevar al equipo a una remontada espectacular y que supuso un golpe sobre la mesa. Una advertencia de que el fútbol, este año, estaba con nosotros. Habíamos aprendido de la temporada pasada y sabíamos aprovechar los momentos, los detalles. La grada le dio la victoria al equipo. Ellos engancharon a los 8.000 nuevos. Un bonito día.




El momento clave: Visita al Nástic y empate del Valladolid en Alcorcón (Jornada 41).
Foto:LOF
Vaya última media hora. Me comía la hierba de Castrelos por culpa de los nervios, pero todo acabó bien. El Nástic nos hizo sufrir. Tuvieron claras ocasiones para empatarnos y fastidiarnos el ascenso, algo así como lo que le hizo el Alcorcón al Valladolid a la misma hora y que tanto celebré.
El peor momento: Deportivo 2-1 Celta (Jornada13).
fuente:La Opinión
El golazo de Lassad fue un puñal. Estábamos siendo superiores a ellos en su propia casa, habíamos conseguido empatar y un estúpido balón perdido por Orellana en el medio del campo supuso un golpe muy duro que, unido a las dos derrotas siguientes contra Hércules y Barça 'B', creó momentos de dudas en casa céltica.





El mejor gol: el de Manucho contra el Hercules (Jornada 37).

Eran ellos segundos con todo a su favor y dependiendo de sí mismos. Además estaban muy fuertes: la semana anterior le habían empatado al Depor en su casa con gol de Manucho en el último minuto a la salida de un balón parado. Pero, ironías de la vida, todo se les vino abajo la semana siguiente cuando, jugando en casa contra el Hércules, se dejaban dos puntos en el último minuto con gol de Manucho en propia meta. Estaba afónico y no pude gritar ese gol, pero salté por el salón de mi casa como nunca antes lo había hecho.

El mejor jugador: Iago Aspas.
Foto:Ricardo Groba
Hay tantos... Orellana, Álex, Bermejo... Pero los números hablan. No hay vuelta de tuerca. Y ser el máximo goleador español entre primera y segunda es justificación suficiente.

Pues estos son mis momentos. Hay más (muchos) y seguiré soñando con ellos hasta que el balón comience a rodar de nuevo.

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