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Foto: celtavigo.net |
Cinco años han pasado a la espera de este momento. Por
primera vez en un lustro infame, lleno de desgracias deportivas y problemas
económicos, el Celta puede estar a un paso del ascenso. Alrededor de las 21:45,
si todo acontece según lo deseado por la plantilla, cuerpo técnico y seguidores
celestes, los vigueses podrían ser de nuevo equipo de Primera División. Para
ello no dependen de sí mismos, ya que precisan la victoria en Tarragona y una
derrota del Valladolid en Alcorcón. Si estas dos circunstancias se diesen
simultáneamente, el agua de Praza América salpicaría a unos aficionados
célticos deseosos de retornar a la máxima categoría del fútbol español. Antes,
y al margen de lo que ocurra en Santo Domingo, resulta obligatoria la victoria
ante un Nástic ya descendido. En torno a 2.000 hinchas acompañarán a los de
Paco Herrara en el Nou Estadi en busca de un triunfo que les permita continuar
con ventaja y, quién sabe, quizás dar el paso definitivo hacia la gloria.
Los vigueses han
viajado con toda la expedición hacia tierras catalanas. Sergio y Hugo Mallo no
podrán jugar por sanción, y tanto Iago Aspas como Roberto Lago son duda debido
a unas molestias que arrastran desde el encuentro frente al Xerez. De todas
maneras, Herrera ha afirmado que es momento de arriesgar y de quemar todas las
naves, por lo que no sería de extrañar que tanto el delantero moañés como el
lateral vigués sean de la partida. También será titular un David Catalá que
ocupará el central diestro de la zaga en detrimento de un Oier desplazado al
lateral derecho. Por lo demás, no se esperan cambios más allá de la posición de
extremo derecho, donde el técnico catalán baraja las opciones de Toni y Quique
De Lucas.
Así pues, lo más
lógico es que el Celta se presente en Tarragona con un once formado por Yoel en
portería; línea de cuatro en defensa para Oier, Catalá, Túñez y Roberto Lago;
Borja Oubiña y Álex López en el doble pivote; Toni por la derecha, Orellana por
la izquierda, Bermejo en la mediapunta; y arriba Iago Aspas.
En frente aguarda
un Nástic ya descendido. Los tarraconenses consumaron su caída al pozo de la
2ªB hace ya dos jornadas después de firmar una temporada desastrosa. Sin ya
nada en juego, tratarán de dar una buena imagen ante su afición tal y como
hicieron en su compromiso del pasado miércoles ante el Deportivo, donde cayeron
por la mínima en el último suspiro. La única ausencia del conjunto dirigido por
Jorge D’Alessandro es la de Dani Abalo, obligada por imperativo legal. Álvaro
Rey ocupará el lugar del arousano en un once sin apenas cambios: Rubén Pérez
estará en la portería; defensa de cuatro con Ruz, Xisco Campos, Mairata y Fuster;
Rodri, Seoane, Álvaro Rey y Longás en el centro del campo; y Morán y Tuni en
ataque.
López Acera impartirá
justicia en un duelo intrascendente para los locales, pero decisivo para los
visitantes. Los celestes, ante todo, deben conseguir un triunfo que les permita
seguir dependiendo de sí mismos en esta encarnizada lucha con el Valladolid por
subir a Primera. Además, si el Alcorcón derrota a los de Djukic, el objetivo
podría cumplirse a falta de una jornada. No depende de sí mismo, pero el Celta
dispone esta tarde de su primer match-ball. Una bola de partido que, a la
espera de un raquetazo a la red de los pucelanos, puede hacer realidad el sueño
de los vigueses.
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