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Foto: Marta G. Brea |
Quique De Lucas es un jugador capital para el Celta. Por su veteranía, calidad y desequilibrio. En las dos temporadas que lleva en Vigo se ha convertido en uno de los futbolistas más determinantes, pero desde hace un mes el catalán vive sus días más grises desde que Carlos Mouriño le presentó vestido de celeste en el verano del 2010.
¿Qué le pasa a De Lucas? Es una de las preguntas más generalizadas dentro del celtismo. Por un lado, ser el jugador más utilizado por Paco Herrera hasta hace muy pocas fechas le puede estar pasando factura. Lleva encima 2.484 minutos después de haber sido titular en 21 de los 26 partidos disputados de Liga. Tan solo entró en las rotaciones en una ocasión. A mayores aparece un proceso febril padecido la semana pasada que le impidió entrenar el jueves y que incluso hizo pensar en que no llegaría al partido con el Barcelona B. Al final jugó media parte y muy lejos de su mejor nivel.
El tercer factor es estadístico. También el año pasado bajó su contribución en la segunda vuelta, en cuanto a goles y en cuanto pieza determinante en el equipo. Curiosamente, De Lucas lleva a estas alturas los mismos goles con los que finalizó la temporada anterior. De momento clavando además los registros: 6 tantos en la primera vuelta y 3 en la segunda, algo que tradicionalmente le ha pasado en sus equipos en el fútbol español a excepción del año de Cartagena, en el que marcó siete tantos en el segundo tramo liguero.
En plenitud de facultades, el catalán es un intocable en el once del cuadro vigués, pero la duda aparece de cara al partido de Sabadell y teniendo en cuenta que los siete partidos que se vienen encima necesitan de rotaciones. Que De Lucas cargue las pilas de cara al esprint final es una posibilidad o bien que Paco Herrera le siga considerando pieza imprescindible en el engranaje celeste con independencia de su rendimiento.
La alternativa de Toni
Frente a su momento más gris, emerge la consolidación de Toni como alternativa. El coruñés ,zurdo y pegado a su banda durante tiempo, se ha convertido en un comodín polivalente que también sabe entrar desde la derecha. Su irrupción en el partido del pasado sábado resultó clave.
La participación del catalán es la gran duda a la hora de confeccionar un once para e la Nova Creu Alta, ya que Orellana, Joan Tomás y Iago Aspas parecen fijos. El resto no ofrece demasiadas dudas en función de la evolución de Oubiña o de la decisión técnica de alguna rotación.
Con independencia de su participación en esta jornada, la recuperación de De Lucas sería la mejor noticia de cara a luchar por el ascenso directo. El año pasado también tuvo un pequeño bache, quizás menos pronunciado, y después acabó bien.
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