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Foto: Eduardo Candel Reviejo |
Tras el empate conseguido en Cartagena, el panorama futuro del Celta se reduce a seis compromisos. Seis partidos, seis finales que decidirán el porvenir de un equipo que ansía abandonar de una vez por todas la Segunda División. La calidad del rival, un Valladolid fortísimo en las últimas fechas, obligará a obtener una buena cosecha de puntos en las escasas cuatro semanas que restan de competición. En apenas un mes, debido al doble enfrentamiento entresemana, los celestes deberán sumar al menos un triunfo más que su principal adversario si quieren visitar Praza América a comienzos de junio.
Dentro de un
calendario a priori asequible en el que los pupilos de Paco Herrera se
enfrentarán en su mayoría a equipos de la parte media-baja de la tabla, el
choque de este sábado frente a la A.D. Alcorcón semeja el más complicado. Con
permiso de un Córdoba que arribará en Balaídos en la última jornada, el
conjunto alfarero dirigido por Juan Antonio Anquela es el rival de mayor
envergadura de todos los que le restan a los celestes.
Y es que, aunque
muchos no apostaban por ello a principios de temporada, el equipo madrileño
llega a las últimas jornadas metido de lleno en la pelea por el ascenso.
Actualmente es quinto con una ventaja de 5 puntos sobre el sexto clasificado,
está a 8 puntos del ascenso directo y a 6 del Celta. Su racha en la segunda
vuelta es espectacular, pues ha sumado 35 puntos de 45 posibles. Especialmente
en las últimas jornadas, con un total de seis victorias en siete encuentros.
Casi inaccesible en Santo Domingo, donde han sucumbido equipos como el
Deportivo (4-0), Hércules (1-0) o Córdoba (2-0), este curso ha mejorado
notablemente sus números fuera de casa, lo que le está permitiendo soñar con la
Primera División. Vendrá a Vigo a complicar la vida a los locales, como ya hizo
en Riazor, en el Rico Pérez o en el José Zorrilla. Tratará de consolidar su
posición de play-off y apurar sus escasas y remotas opciones de ascenso
directo.
Sin duda, los
amarillos parecen ser el examen más difícil para los de vigueses de aquí a
final de temporada. Además, el choque está enmarcado dentro de lo que puede ser
una jornada decisiva. El domingo por la mañana, Valladolid y Hércules se verán
las caras en la ciudad del Pisuerga en un duelo de similares características al
que se vivirá un día antes sobre el césped de Balaídos. El Celta necesita ganar
para meter presión a un Pucela que no tendrá un compromiso nada sencillo. Pero
enfrente tendrá un adversario rocoso, duro y que probablemente lo ponga en
muchos aprietos. Los célticos no pueden permitirse un tropiezo y deberán
agarrarse a su fortaleza en Balaídos para resolver el que será, posiblemente,
su compromiso más complicado.
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